LOS DOS LAREDOS.- La esperanza se puede llamar Colin.
Sí, así es como se llamará el tercer ciclón del Atlántico y por ahora es sólo un montón de tormentas desorganizadas en el norte del Golfo de México, pero que pueden convertirse en depresión, luego pasar a tormenta tropical y tocar tierra en algún punto del norte de Tamaulipas o el sur de Texas.
El sistema se hallaba frente a las costas de Luisiana y se movía de manera lenta hacia el suroeste. Por ahora, las posibilidades de que se transforme en una depresión tropical son de apenas 20 por ciento, pero irán aumentando a medida que tome fuerza de las cálidas aguas del Golfo de México.
El Centro Nacional de Huracanes de Miami seguía ayer por la tarde muy de cerca el desarrollo de este sistema que tiene al menos una semana de fortalecerse lentamente mientras se asocia a una zona de baja presión atmosférica y con aguas muy cálidas su desarrollo se incrementará a 40 por ciento en dos o tres días más.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que las tormentas que aparecen en el norte del Golfo de México pueden tomar mucha fuerza de forma repentina.
Mientras, una zona de baja presión produce una acumulación de nubes de tormenta frente a las costas del norte de Venezuela y tiene muy altas posibilidades –60 por ciento—de que de ahí surja la tormenta tropical Bonnie, la segunda de la temporada.
El sistema se formará poco antes de acercarse a las islas Barlovento el martes por la noche, aunque puede cambiar de dirección y apuntar hacia el sur del Mar Caribe. Por ahora, apunta hacia Centroamérica, pero con un ligero giro hacia el norte, podría ingresar al Golfo de México.
El 2 de septiembre de 1919, una tormenta tropical surgió en la misma zona de este disturbio y ocho días, tocó tierra como huracán categoría 3 en Corpus Christi. El sistema era tan fuerte que avanzó por el sur de Texas y llegó al área de los dos Laredos como tormenta tropical.