BERLÍN.- En un poblado alemán inundado, el suelo se hundió debajo de viviendas. En otro, las crecidas irrumpieron en un hogar para personas discapacitadas, dejando 12 muertos.
Rescatistas en toda Alemania y Bélgica se apresuraban este fin de semana para prevenir más fallecimientos a consecuencia de algunas de las peores inundaciones en el continente en años, que ya han dejado más de 125 muertos y cientos de desaparecidos.
Provocadas por intensos chubascos a lo largo de varios días, las inundaciones también dejaron a miles de alemanes sin hogar después de que sus viviendas resultaron destruidas o están en riesgo de desplomarse, y funcionarios electos comenzaron a preocuparse por los prolongados efectos económicos de la pérdida de casas y negocios.
En otras partes de Europa, los diques en ríos desbordados corrían el riesgo de reventar, y los equipos especializados se apresuraban a reforzar las barreras contra inundaciones.
En el estado alemán de Renania-Palatinado fallecieron 63 personas, incluyendo 12 residentes de un hogar para personas discapacitadas en la localidad de Sinzig, quienes fueron tomados por sorpresa por la llegada repentina de aguas del río Ahr que pasa cerca de allí, señalaron las autoridades.
El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier dijo estar “estupefacto” por la devastación, y se comprometió a apoyar a las familias de las personas que fallecieron y a las ciudades y pueblos que enfrentan daños significativos.
En la hora de la necesidad, nuestro país se mantiene unido”, dijo Steinmeier en una declaración televisada. “Es importante que mostremos solidaridad con los que perdieron todo a causa de la inundación”.
Para el viernes por la noche, las aguas estaban retrocediendo en gran parte de las regiones afectadas, pero las autoridades temen que pudieran hallarse más cadáveres en automóviles y camiones que fueron arrastrados.
Angustiosas labores de rescate se llevaban a cabo en el poblado alemán de Erftstadt, al suroeste de Colonia, donde la gente quedó atrapada al hundirse el piso y desplomarse sus viviendas.
Cincuenta personas fueron rescatadas de sus casas, dijo Frank Rock, administrador del condado, a la televisora alemana n-tv. Fotografías aéreas mostraban lo que parecía ser un deslave masivo en una cantera de grava en las afueras del poblado.
Uno tiene que asumir que, bajo las circunstancias, algunas personas no lograron escapar”, señaló Rock.
Las autoridades advirtieron que el elevado número de personas desaparecidas podría derivarse de reportes duplicados y de la dificultad para contactar a la gente debido al cierre de caminos y las interrupciones en el servicio telefónico.
Después de Alemania, donde la cifra de muertos se ubicaba en 106, Bélgica fue la nación más golpeada. El país confirmó el fallecimiento de 20 personas y la desaparición de otras 20, le dijo el ministro del Interior belga Annelies Verlinden a la cadena VRT el viernes.
Varios diques sobre el río Meuse que va de Bélgica a Holanda estaban en riesgo de romperse, señaló Verlinden. Las autoridades del poblado sureño holandés de Venlo evacuaron a 200 pacientes de hospital debido a la amenaza que representaba el río.
Las compañías de servicios públicos reportaron una interrupción generalizada en el suministro de electricidad y gas que dijeron podría extenderse durante días o semanas.
Armin Laschet, el gobernador de Renania del Norte-Westfalia, dijo que el desastre había provocado un daño económico inmenso a ese estado, el más poblado del país. La cifra de muertos en Renania del Norte-Westfalia se mantenía en 43.
Las inundaciones literalmente le han quitado el piso a muchas personas”, dijo Laschet en una conferencia de prensa. “Perdieron sus casas, granjas o negocios”.