CIUDAD DE MÉXICO.- Los mexicanos pusieron el ambiente, los jugadores el espectáculo. Hubo tensión hasta el último momento en el triunfo de los Jefes de Kansas City por 24-17 a los Cargadores de Los Ángeles. Supieron capitalizar las fallas de Philip Rivers en la capital azteca, que recibió dos años después un partido de la NFL.
Al MVP de la liga (Mahomes) le costó trabajo adaptarse a las condiciones de la Ciudad de México. Sufrió una intercepción al inicio del partido y sumó apenas 63 yardas en la primera mitad. Pero tras el descanso fue el mismo que hemos visto desde el año pasado. Dos anotaciones en el tercer cuarto parecían sepultar las esperanzas de los Cargadores. Darrell Williams y Travis Kelce firmaron los touchdowns. El ala cerrada con una recepción memorable, tras el quirúrjico lanzamiento de Mahomes.
Philip Rivers tampoco tuvo una noche sencilla. No tuvo problemas para comenzar a sumar yardas por aire, como lo ha hecho en toda la campaña, pero nuevamente sufrió por su punto débil, las intercepciones. Perdió el ovoide en cuatro ocasiones, y lo pagó caro. Sin embargo, tras ir 15 puntos abajo en el tercer cuarto se rehízo y comandó el touchdown con conversión de dos puntos que metía al cuadro de Anthony Lynn nuevamente en la pelea.
De cualquier forma, en el emparrillado estaban dos estrellas del pase y así se gestaron las jugadas de mayor avance, en el aire, y mientras los pupilos de Andy Reid supieron definir con puntualidad cuando se ubicaban en zona roja, con acarreos de McCoy y Williams, a los angelinos les faltó la creatividad y tuvieron que optar por el gol de campo tres veces.
Las defensas protagonizaron el arranque y el final del encuentro, lo que dejaba abierta la posibilidad del empate para los Cargadores, pero Rivers siguió entregando el ovoide en los minutos finales. Esto le dio a los Jefes uno de los triunfos más importantes de la temporada, con sabor mexicano.