WASHINGTON.- Los esfuerzos para conseguir una vacuna contra el coronavirus parecen ir por buen camino y pronto se podría probar en humanos, o al menos eso creen científicos norteamericanos.
En Washington, la investigación sin cesar en los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) dio sus primeros buenos resultados.
Kizzmekia Corbett, investigadora del NIH que lidera el desarrollo de la vacuna, dijo que las pruebas de laboratorio en sangre de roedores infectados con coronavirus habían resultado tal y como se predijeron.
Decenas de grupos de investigación en todo el mundo están en una carrera para desarrollar una vacuna a medida que los casos de COVID-19 continúan creciendo.
Los científicos están buscando diferentes tipos de vacunas: algunas que podrían resultar más potentes y otras temporales, aquellas que podrían proteger la salud de las personas un mes o dos mientras se desarrolla una protección más duradera.
Hasta que las probemos en humanos, no tenemos idea de cuál será la respuesta inmune”, advirtió Judith O’Donnell, especialista y jefa de enfermedades infecciosas en el Centro Médico Penn Presbyterian. “Tener muchas vacunas diferentes _con muchas teorías diferentes sobre inmunidad_ pero en un camino paralelo realmente nos da la mejor oportunidad de obtener algo exitoso”.
Las primeras pruebas en un pequeño número de voluntarios jóvenes y saludables comenzarán pronto. No hay posibilidad de que los participantes se infecten con las vacunas, porque no contienen el virus en sí. El objetivo es verificar que las vacunas no muestren efectos secundarios preocupantes y preparar el escenario para pruebas más amplias.
Sin embargo, incluso si las pruebas iniciales van bien, “se habla de un año o año y medio” antes de que cualquier vacuna pueda estar lista para su uso generalizado, enfatizó Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del NIH.