WASHINGTON.- Si eres mexicana, estás embarazada y pretendes solicitar una vista de turista para ingresar a Estados Unidos, las probabilidades de que te la nieguen son extremadamente altas.
La medida comenzará a aplicarse en todos los consulados y embajada de Estados Unidos en México, a partir de este viernes 24 de enero.
Alegando razones de seguridad nacional y la integridad del sistema migratorio, el Departamento de Estado acaba de emitir nuevas directrices que autorizan a sus funcionarios a denegar las peticiones de visados para entrar en Estados Unidos a las mujeres embarazadas si sospechan que el único fin de su viaje es dar a luz y que su hijo obtenga la ciudadanía de este país.
Si las respuestas a sus preguntas no son consideradas creíbles y el funcionario concluye que el objetivo de su desplazamiento es dar a luz, aunque pueda justificar que va a visitar familiares o a recibir un tratamiento médico, su solicitud puede ser denegada. La decisión se tomará en el país donde se solicite la autorización, no a su llegada a Estados Unidos.
“Cerrando este flagrante agujero legal acabará con abusos endémicos y redundará en la protección de Estados Unidos”, sostiene la Casa Blanca.
“Estados Unidos dejará de emitir visados temporales tipo B1 y B2 a extranjeros que quieren entrar en Estados Unidos con el fin de hacer turismo de nacimientos, la práctica de viajar a Estados Unidos para asegurar a sus hijos la ciudadanía automática y permanente al dar a luz en suelo americano”, ha anunciado en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca Stephanie Grisham.
“La industria del turismo de los nacimientos amenaza con sobrecargar valiosos recursos hospitalarios y está plagado de actividad criminal, como lo demuestran los procesamientos federales”, sostiene.
El presidente Donald Trump cuestiona desde hace años el derecho de suelo que rige la concesión de la ciudadanía estadounidense, basado en la 14ª enmienda de la Constitución estadounidense, y en el pasado ha advertido que considera “seriamente” acabar con él. Trump agitó el debate coincidiendo con las elecciones legislativas de noviembre del 2018 y no ha desistido de la idea. Pero en lugar de adentrarse en una nueva batalla política o judicial, el presidente ha optado por una vía más pragmática que le permitirá apuntarse un tanto más ante sus seguidores en su lucha contra la inmigración.