CIUDAD DE MÉXICO.- Las fuertes lluvias del fin de semana en el sudeste mexicano que siguieron al paso de Eta por esa región dejaron graves inundaciones en el estado de Tabasco, donde se registraron cinco muertos, 9 mil evacuados y casi 150 mil afectados, según el balance ofrecido el lunes por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien visitó la zona la víspera.
Las precipitaciones desbordaron ríos y anegaron varias localidades. Algunas fotografías de medios locales mostraron casas bajo el agua de las que sólo se venían los tejados.
Eta, un huracán que después se debilitó, dejó más de un centenar de personas desaparecidas en Guatemala y una veintena de muertos en el estado mexicano de Chiapas. Pero una vez que dejó Centroamérica y el sur de México rumbo a Cuba y luego a Florida, frentes fríos provocaron nuevas lluevas que agudizaron la situación en muchas de esas zonas.
Uno de los momentos más críticos fue el sábado en Tabasco, donde una presa estuvo a punto de reventar, dijo el presidente. López Obrador explicó que más allá de las intensas lluvias la causa de las inundaciones se debió a la falta de un programa de desazolve de los ríos y anunció que la Secretaría de Marina llevará a cabo una ampliación y limpieza de los cauces para evitar o minimizar futuras afectaciones.