MONTERREY.- La noticia sobre la trágica muerte de Jesús Castro Flores, un querido maestro de música de un kínder en Zuazua, Nuevo León, ha dejado a la comunidad local y a su escuela en estado de shock y dolor.
El incidente ocurrió el 23 de junio cuando Castro esperaba el autobús para ir a su trabajo. Una llanta se desprendió de un tráiler que circulaba por la avenida Miguel Alemán, en el municipio de San Nicolás, y golpeó a Castro en la cabeza, causándole la muerte instantánea.
La comunidad escolar rindió homenaje a Castro, recordándolo como un ser humano servicial, alegre, atento, cooperativo y uno de los fundadores del kínder donde trabajaba. El día anterior a su muerte, Castro había grabado y compartido un video para sus alumnos, despidiéndose del ciclo escolar con una canción que decía en parte: «Hoy es el último día, ya me tengo que marchar… Adiós, amiguitos adiós, llegó la hora de decir adiós».
La desgarradora coincidencia de que esta canción, que Castro dedicó a sus alumnos para marcar su transición de preescolar a primaria y que se convirtiera en su despedida personal, ha profundizado la tristeza en la comunidad. A medida que procesan su pérdida, sus estudiantes, colegas y todos los que conocieron a Castro se consuelan al recordar la pasión y el entusiasmo que infundió en su enseñanza de la música.
Personal del kínder donde trabajaba se despidió del maestro, dedicándole unas palabras y externando su dolor por su fallecimiento.
Descanse en paz nuestro querido compañero, amigo y Maestro de Música de nuestro plantel. Un ser humano servicial, alegre, atento, cooperativo y fundador de nuestro Jardín. Lo vamos a extrañar muchísimo».