CANCÚN.- El huracán Delta se intensificó rápidamente el martes hasta convertirse en un ciclón de categoría 4 con vientos de 230 km/h (145 mph). Previsiblemente golpeará con fuerza el sureste de México durante la madrugda para después dirigirse a la costa de Estados Unidos esta misma semana.
El mayor impacto inmediato se esperaba en el extremo noreste de la península de Yucatán, un área turística en el Caribe mexicano llena de balnearios, donde se prevé que el meteoro toque tierra en las primeras horas del miércoles.
Toda esa área, desde Tulum hasta Cancún, está formada por localidades totalmente dependientes del turismo, las cuales apenas empezaban a salir del cierre impuesto por la pandemia y recibirán al huracán con muchas zonas ya inundadas y afectadas por la tormenta tropical Gamma.
En Cancún, largas filas se extendían el martes en supermercados, almacenes y gasolineras mientras los residentes se apresuraban a buscar provisiones bajo cielos mayormente soleados. Las autoridades advirtieron a la población que tuviera a la mano agua y comida suficientes para varios días. Los dueños de embarcaciones hicieron fila en rampas públicas para sacar sus botes del agua.
Mientras tanto, comenzaban las evacuaciones de turistas y residentes de las zonas costeras a lo largo de la Riviera Maya. El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, dijo que ya había autobuses que estaban sacando a la gente de la isla Holbox y que todos los hoteles de Puerto Morelos llevaban a sus huéspedes tierra adentro a refugios gubernamentales.
Los hoteles con estructuras suficientemente firmes como para soportar el impacto de huracanes comenzaron a mover a sus huéspedes a las zonas más seguras y ponían a punto todos sus protocolos de emergencia.
Lizeth Elena Garza, de 35 años, salió corriendo de su habitación en el Hotel Fiesta Americana Condesa, con su hija de 10 meses en brazos, en cuanto sonó la alarma. Había llegado a Cancún el domingo, con su marido, su otra hija de 4 años y sus suegros procedentes de Reynosa, en el estado norteño de Tamaulipas, y no podía ocultar su miedo.
No sabemos cómo puede impactar aquí porque nunca hemos estado en una situación así”, comentó.
Joseph Potts, ayudante del departamento de policía de Denver, Colorado, estaba con su pequeña de 3 años en la alberca para niños mientras su esposa asistía a una reunión donde daban a los huéspedes información de emergencia sobre el huracán, pero toda la familia acabó siendo evacuada a una universidad poco después, cuando Delta cobró fuerza.
El huracán prácticamente surgió de un día para otro y sólo queremos que esto acabe para volver a la playa”, dijo Potts.
La definición oficial de una rápida intensificación es de 56 km/h (35 mph) en un lapso de 24 horas. La velocidad de los vientos de Delta ha aumentado en 128 km/h (80 mph), cuando a las 2 de la tarde (hora del este de Estados Unidos) del lunes, registraba vientos de 96 km/h (60 millas) y alcanzó los 225 km/h (140 millas) 24 horas después.
La alcaldesa de Cancún, Mara Lezama Espinosa, dijo que la ciudad había abierto más refugios de lo habitual para dar a las personas más espacio debido a la pandemia de Covid-19.
Antes de la llegada de Delta, había 40 mil 900 turistas en todo el estado, según los datos de la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas, un número menor de lo usual para esta temporada debido al coronavirus, que devastó económicamente la zona por cierres obligados.
En el complejo Moon Palace, al sur de Cancún, cientos de huéspedes de hoteles de la misma cadena en Cozumel, Isla Mujeres o turistas que estaban en las zonas más cercanas a la playa, fueron trasladados al centro de convenciones del complejo, un área “supersegura” donde se les facilitaría todo lo necesario, dijo Cessie Cerrato, vicepresidenta de Relaciones Públicas del Moon Palace. Debido a la pandemia, el centro exigía el uso de cubrebocas y que se respetara la distancia de seguridad entre familias.
Nunca había estado en una zona de huracanes”, dijo Zena Koudsi, quien viajó de Carolina del Norte a Playa del Carmen. “Nunca había estado en México. Esperaba tal vez un poco más de sol, menos olas, pero estamos tratando de sacar lo mejor de esto”.
Mientras, por orden del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, unos 5 mil efectivos de las fuerzas armadas y personal de emergencia se desplegaron para colaborar en las tareas que fueran necesarias.
Los aeropuertos del estado permanecieron abiertos el martes por la mañana, pero las playas estaban cerradas, aunque en algunos puntos, los visitantes daban los últimos paseos por la mañana antes de resguardarse de un impacto que se prevé será brutal, con un aumento del nivel del mar de hasta 4 metros, peligroso oleaje e inundaciones en un abrir y cerrar de ojos.
Honestamente, no veo mucho que lo detenga (al ciclón) hasta que llegue a Yucatán, debido a los débiles vientos verticales, la alta humedad y las aguas muy cálidas y profundas del noroeste del Caribe”, dijo Eric Blake, experto del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés).
El ojo de Delta estaba el martes por la tarde 290 kilómetros (180 millas) al este-sudeste de Cozumel, y se movía hacia el oeste-noroeste a 28 km/h (17 mph).
Cuba y las Islas Caimán se mantenían, no obstante, en alerta. En Cuba, las provincias occidentales y sobre todo la Isla de la Juventud, comenzaron a prepararse y a resguardar más de 30.000 toneladas de tabaco, así como embarcaciones y alimentos, entre otras cosas.
Los datos de un avión cazahuracanes de la Reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos indicaban que Delta continuará fortaleciéndose a medida que aumente su velocidad de avance, dijo el NHC. Una vez que salga de México, se presume que Delta retome su estatus de categoría 4 sobre el Golfo de México a medida que se aproxime a las costas de Estados Unidos, donde podría tocar tierra alrededor del viernes con fuertes lluvias en el sureste del país.