WASHINGTON.- El destino de los últimos debates entre el presidente Donald Trump y el aspirante demócrata Joe Biden quedó en el aire el jueves, luego que las campañas presentaron propuestas divergentes para los encuentros restantes que han sido trastocados por la infección de COVID-19 del mandatario.
El presidente de la Comisión de Debates Presidenciales señaló que el debate final, programado para el 22 de octubre, se mantiene en la agenda de forma presencial, tal como estaba planeado. Pero el debate del jueves 15 parece que será cancelado, luego de que la campaña de Trump objetó el cambio de formato de la comisión, que es una entidad apartidista.
La jornada comenzó con el anuncio de la comisión de que el evento del 15 de octubre en Miami se realizaría de manera virtual. El panel dijo que el cambio se debía a cuestiones de salud tras el diagnóstico de COVID-19 del presidente.
Trump, quien está impaciente por volver a la campaña pese a la incertidumbre sobre su estado de salud, dijo que no participaría en el debate a menos que fuera presencial. La campaña de Biden sugirió entonces que el evento se aplazara una semana hasta el 22 de octubre, día en que está programado el tercer y último encuentro entre los candidatos.
La campaña de Trump respondió accediendo al debate el 22 de octubre — pero únicamente de forma presencial — y solicitó que se sumara un tercer evento para el 29 de octubre, poco antes de los comicios. Sin embargo, los asesores de Biden rechazaron un debate a esas alturas de la campaña.
Después de que la noche del jueves se dio a conocer una carta del médico de Trump en la que se afirma que el presidente había “completado su terapia” y podía reanudar su campaña este fin de semana, la campaña de Trump llamó a la comisión a realizar el debate de la próxima semana tal como se tenía planeado originalmente.
Por lo tanto, no existe razón médica por la que la Comisión de Debates Presidenciales deba optar por un debate en un ambiente virtual, posponerlo o alterarlo de cualquier forma”, dijo el director de campaña de Trump, Bill Stepien.
Sin embargo, el presidente de la comisión Frank Fahrenkopf dijo la noche del jueves que no se cambiaría la decisión de llevar a cabo el debate virtual, bajo la recomendación de asesores médicos de la Clínica Cleveland.
La comisión indicó que hizo el anuncio a fin de “proteger la salud y seguridad de todos los involucrados”, incluyendo los ciudadanos invitados a formular preguntas a los candidatos.
La comisión de debates, que tiene la poco envidiable tarea de encontrar terreno en común entre las dos campañas, ya recibió duras críticas después de que el primer debate entre Trump y Biden se convirtió en un evento de constantes interrupciones de Trump a Biden y un moderador incapaz de asumir el control. El debate del 22 de octubre en Nashville, Tennessee, está programado con un formato similar al primero. La campaña de Biden sugirió que se modificara al de una “asamblea pública”, aunque la campaña de Trump no ha presentado propuestas.