COPENHAGUE.- El gobierno de Groenlandia decidió suspender toda búsqueda de petróleo en la mayor isla del mundo, diciendo que es un “paso natural” porque las autoridades del país del Ártico “se toman en serio la crisis del clima”.
Aún no se ha hallado petróleo en Groenlandia, pero las autoridades consideraban que la posibilidad de encontrar vastas reservas era una forma de ayudar a los groenlandeses a cumplir su sueño de independizarse de Dinamarca, poniendo fin al subsidio de 3 mil 400 millones de coronas (540 millones de dólares) que recibe el territorio danés.
El calentamiento global significa que el derretimiento de las capas de hielo pudiera dejar al descubierto potenciales recursos minerales y de petróleo que, si son explorados exitosamente, pudieran cambiar drásticamente el futuro del territorio semiautónomo de 57 mil habitantes.
El futuro no está en el petróleo. El futuro pertenece a la energía renovable, y en ese sentido tenemos mucho más que ganar”, dijo el gobierno izquierdista groenlandés en una declaración. El gobierno quiere “asumir corresponsabilidad en el combate a la crisis climática”.
La decisión fue tomada el 24 de junio pero se anunció públicamente hasta este fin de semana.
El Servicio Geológico de Estados Unidos estima que pudiera haber 17 mil 500 millones de barriles de crudo no descubiertos y 4.19 billones de metros cúbicos (148 billones de pies cúbicos) de gas natural en aguas de Groenlandia, aunque lo remoto de la isla y su clima inhóspito han limitado la exploración.
Cuando asumió el poder el gobierno actual, liderado por el partido Inuit Ataqatigiit tras las elecciones parlamentarias de abril, comenzó de inmediato a trabajar en el cumplimiento de sus promesas de campaña y suspendió los planes para buscar uranio en el sur de la isla.
Groenlandia aún tiene cuatro licencias activas de exploración de hidrocarburos, que está obligada a respetar mientras las dos empresas pequeñas que las recibieron estén explorando.
La decisión del gobierno de cesar la búsqueda de petróleo fue elogiada por el grupo ambientalista Greenpeace, que la consideró “fantástica”.
Y a mi entender, las licencias que quedan tienen un potencial muy limitado”, dijo Mads Flarup Christensen, secretario general de Greenpeace para la región nórdica, en declaraciones a la revista tecnológica danesa Ingenioeren.
Dinamarca decide la política exterior, de defensa y seguridad de Groenlandia, y provee un subsidio anual que representa dos tercios de la economía.