WASHINGTON.- Una maquilladora desempleada con dos niños pequeños y un esposo discapacitado necesita ayuda para comida y alquiler. Un administrador de hotel dice que su desempleo ha profundizado su ansiedad y le causa insomnio. Una higienista dental, embarazada y con dos hijos, pasa trabajos para poder comprar pañales y leche.
En todo Estados Unidos, en numerosas industrias y ocupaciones, millones de personas despedidas debido a la pandemia de coronavirus apenas pueden cubrir el costo de sus necesidades básicas ahora que ha expirado una ayuda semanal de 600 dólares que otorgaba el gobierno federal.
Mi peor pesadilla se ha hecho realidad”, dijo Liz Ness, quien fue despedida de una agencia de recursos humanos en Nueva Orleáns y ahora teme ser desalojada de su casa el mes próximo si no recibe ayuda por parte del gobierno. “Verano 2020 pudiera ser la película de horror del próximo año”.
Los congresistas en el Capitolio pasan apuros para llegar a un acuerdo que restaure al menos parte de la ayuda federal. Incluso si lo consiguen, es casi seguro que el monto será menor a 600 dólares. Y para cuando comience a llegar el dinero, pudiera ser demasiado tarde para muchas personas que ya están en aprietos.
Los miembros del Congreso tienen el lujo de llegar a un acuerdo esta semana y votar la semana siguiente y lanzarlo en las semanas que siguen”, dijo Brian Gallagher, director general de United Way Worldwide, una organización sin fines de lucro que trabaja en la recaudación de fondos y la distribución de ayuda. “Las familias no tienen ese lujo, se quedan sin dinero mañana”.
Mientras tanto, hasta 30 millones de estadounidenses que se han quedado sin trabajo o han visto reducidos sus ingresos por una pandemia que ha paralizado la economía y matado a casi 160 mil personas en el país, están tratando de sobrevivir solamente con los seguros de desempleo, que en promedio son de menos de 400 dólares semanales.
El jueves, el gobierno federal dijo que casi 1,2 millones de estadounidenses de personas solicitaron el seguro semanal por desempleo. Aunque eso representa un descenso respecto de la semana previa, también es la 20ma semana seguida en la que al menos 1 millón de personas solicitan la ayuda. Antes del coronavirus, la cifra semanal nunca había superado las 700 mil solicitudes.
Los bancos de alimentos y otras organizaciones similares están reportando un aumento grande en la demanda de personas necesitadas. Grupos caritativos advierten que la situación empeorará cuando se acabe el programa de ayuda de 600 dólares y expire una moratoria en las ejecuciones hipotecarias.