LOS ÁNGELES.- La decisión de Caitlyn Jenner de entrar a la contienda por la gubernatura de California coloca algunos reflectores sobre la campaña para destituir al gobernador Gavin Newsom, y también plantea dudas sobre si una novata en la política puede liderar la entidad más poblada de Estados Unidos mientras se recupera de la pandemia de coronavirus.
Jenner, campeona olímpica, estrella de reality shows, activista de los derechos de los transgénero y republicana, tuiteó el viernes: “Estoy dentro”, uniéndose a una lista creciente de candidatos que buscan reemplazar a Newsom en el cargo.
Durante una década hemos visto el brillo del Estado Dorado mermado por un régimen unipartidista que coloca la política por encima del progreso y de los intereses de la gente. Sacramento necesita un líder honesto con una visión clara”, dijo Jenner en un comunicado por escrito.
Newsom, un demócrata en su primer período, enfrenta una probable elección revocatoria este año, aunque las autoridades todavía están revisando las firmas requeridas para convocar a la elección.
La contienda no había logrado atraer a un contendiente reconocido a nivel nacional antes de la entrada de Jenner, de 71 años, quien se declaró transgénero en 2015, y es conocida por los programas “Keeping Up with the Kardashians”.
Sin embargo, no ha sido probada como candidata y se sabe poco sobre sus posiciones acerca de los problemas críticos que enfrenta el estado, desde el coronavirus hasta la economía. Tiene vínculos con el expresidente Donald Trump, quien es impopular en California fuera de su base republicana.
También se especula que Jenner está ingresando a la política para jalar atención hacia su carrera en el entretenimiento.
Aun así, con el reconocimiento de su nombre y su capacidad para atraer publicidad, podría eclipsar a otros contendientes republicanos, incluido el exalcalde de San Diego Kevin Faulconer, el excongresista Doug Ose y el empresario John Cox.
Newsom se negó a comentar directamente sobre la candidatura de Jenner y dijo estar enfocado en la construcción de caminos, en vacunar a los californianos y en generar un superávit presupuestario.
Jenner dijo en un comunicado que ha demostrado ser una “ganadora” y la única candidata capaz de “poner fin al desastroso período” de Newsom como gobernador.
Fue notable que su anuncio no incluyera un video, algo común en los inicios de campañas políticas. En cambio, en su declaración escrita, se refirió sólo vagamente a recortar impuestos y a un regreso a la prosperidad.
Su equipo de campaña no respondió a una petición para una entrevista frente a cámaras.
Si el proceso para retirar a Newsom llega a las boletas, se les harán dos preguntas a los votantes: primero si debe ser destituido y segundo, quién debe reemplazarlo.
Si la mayoría dice que no a la destitución de Newsom, él permanecerá en el cargo y los votos para los reemplazos serán irrelevantes. Pero si una mayoría vota por destituirlo, el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos se convertirá en gobernador. Como se esperan decenas de nombres en la boleta, es probable que el ganador obtenga menos del 50% de los votos.
La campaña para destituir a Newsom se ha alimentado en gran medida por la forma como el gobernador ha respondido a la pandemia. Sin embargo, encuestas recientes indican que Newsom podría mantener su puesto, mientras el disgusto de los californianos cambia a medida que disminuyen las restricciones impuestas debido al coronavirus.