CIUDAD DE MÉXICO.- Mientras Estados Unidos se ve sacudido por protestas debido a la muerte de George Floyd, la indignación estalló el jueves en México por un caso similar de brutalidad policial: un joven que supuestamente fue asesinado a golpes después de ser detenido por la policía por no utilizar mascarilla durante la pandemia del coronavirus.
Cientos de personas marcharon la tarde del jueves en Guadalajara, capital del estado occidental de Jalisco, para exigir justicia en la muerte de Giovanni López. Algunos inconformes irrumpieron en el palacio de gobierno y pintaron grafitis en los muros, mientras que otros prendieron fuego a dos vehículos de la policía.
Una campaña en línea para llevar ante la justicia a los asesinos de López ha atraído el apoyo de figuras como el laureado cineasta Guillermo del Toro.
Las autoridades jaliscienses informaron que López fue detenido el 4 de mayo en una localidad cercana a la ciudad de Guadalajara por una ofensa menor.
Un video de su detención muestra a agentes de la policía municipal sometiéndolo dentro de una patrulla mientras los residentes discutían con la policía sobre el uso excesivo de la fuerza y las reglas para que la gente usara mascarillas, una medida con la que se pretende disminuir la propagación del coronavirus. Horas después fue retirado de su celda para recibir atención médica y murió.
Ninguno de los agentes municipales de la localidad de Ixtlahuacán de los Membrillos ha sido arrestado, despedido o acusado por la muerte de López, la cual, según las autoridades, fue resultado de la golpiza.
El fiscal estatal de Jalisco, Gerardo Solís, dijo el jueves que se inició una investigación contra los policías involucrados.
El gobernador del estado, Enrique Alfaro, dijo que la muerte de López fue “una atrocidad” y prometió que la pesquisa arrojaría resultados “en las próximas horas”.
Pero el titular del gobierno estatal también indicó que el incidente fue “producto de la autoridad municipal” y que las autoridades estatales están exentas de responsabilidad.
A mí también me duele, que también a mí me indigna y me da rabia que pasen estas cosas en México”, escribió Alfaro.
Sin embargo, la Secretaría de Gobernación indicó en un comunicado que las estrictas medidas en el combate a la pandemia que ha implementado Alfaro en su entidad, incluyendo la detención de personas por violar el toque de queda o no usar mascarillas, contribuyeron al problema.
El hecho se da en el contexto de las medidas restrictivas implementadas por el gobernador de Jalisco para hacer frente a la pandemia, que incluyen el uso de la fuerza pública, y que llevó a la comisión de abusos por parte de la autoridad”, señaló la dependencia.
El subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas escribió que condena “los hechos en los que se recurre a la fuerza pública para hacer cumplir las medidas preventivas por la pandemia o ante la detención arbitraria que afecta a la población, particularmente a las personas más vulnerables”.
Ya ha habido disputas antes por las medidas de prevención contra el coronavirus en México, donde algunas localidades instalaron bloqueos carreteros o puntos de revisión para aislarse del exterior, requirieron que los visitantes se pusieran en cuarentena o impusieron toques de queda.
Jesús Peña, de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, pidió a las autoridades del estado de Jalisco “enviar un mensaje claro e inequívoco de que no se tolerarán violaciones a derechos humanos en la implementación de las medidas de emergencia durante la pandemia”.
Sin embargo, existe un largo historial de brutalidad policial en México, que se remonta a antes de la pandemia. El personal policial o militar rara vez ha sido sancionado por el uso desmedido de la fuerza o los asesinatos extrajudiciales.