LOS ÁNGELES.- La cantante Britney Spears le pidió a un juez que pusiera fin a su tutela judicial, que ha controlado su vida y su dinero desde 2008.
La solicitud, realizada en una audiencia en Los Ángeles, fue de lo primero que la artista dijo en este evento público respecto a su tutela, la cual lleva 13 años de existencia; ella participó de manera remota.
Britney calificó el tutelaje como abusivo, y condenó a su padre, Jamie Spears, y a toda la gente que la ha controlado.
Quiero terminar con esta tutela sin que me evalúen», indicó la famosa un discurso largo y emotivo, en el que se mostró en contra del arreglo legal y de su padre, quien la ha tenido bajo su control durante la mayor parte de su existencia.
Esta tutela me está haciendo mucho más daño que bien. Merezco tener una vida».
Britney dijo que quiere casarse con su novio, el entrenador personal Sam Asghari, y tener otro bebé, pero que la tutela no se lo permite.
«Todo lo que quiero es mi propio dinero, que esto acabe, y que mi novio pueda llevarme en su auto», añadió.
Durante su testimonio, que tuvo una duración de más de 20 minutos, Britney reveló varios detalles que se habían mantenido bajo resguardo por años por decisión de la Corte.
Cuando un representante legal de su conservaduría dijo que la audiencia y su transcripción debían mantenerse sellados si información médica privada era revelada, la famosa lo interrumpió diciendo que todo al respecto debería ser público.
Ellos han interferido con mi vida, así que siento que debería ser una audiencia tribunal pública y que ellos deberían escuchar y atender a lo que tengo que decir», expresó.
Afirmó que fue forzada a tomar litio en contra de su voluntad después de que se interrumpieran los ensayos de una residencia planeada que daría en Las Vegas en 2019, la cual fue cancelada tiempo después, y que lo único que había hecho para merecerlo fue estar en desacuerdo con una parte de la coreografía del show.
No estoy aquí para ser la esclava de nadie. Puedo decir que no a un movimiento de baile», añadió.
También aseguró que sentía que no había sido escuchada en ninguna de sus apariciones previas en la corte, las cuales han sido selladas al ojo público.
El juez le agradeció por su participación, que calificó como valiente, pero no hizo otros comentarios al respecto.
Alrededor de 100 fanáticos del llamado movimiento #FreeBritney se reunieron afuera del juzgado antes de la audiencia, con carteles que decían: «¡Liberen a Britney ahora!», y «¡Sal de la vida de Britney!».
Jennifer Preston, de 33 años, cruzó el país desde Richmond, Virginia, para estar a las puertas de la audiencia porque dijo que siente empatía por la intérprete de «Baby One More Time» ya que también es mamá.
«Estamos aquí para escuchar lo que tiene que decir. Ha sido tratada como una niña durante los últimos 13 años, no ha tenido el control de su vida ni de sus finanzas, aunque claramente es lo suficientemente capaz para hacer esas cosas», comentó Preston.
El abogado de la celebridad designado por la corte, Samuel Ingham III, solicitó que la estrella pop se dirigiera a la corte en una audiencia de abril; expuso que a su clienta no se le había pedido oficialmente que presentara una petición para poner fin a la tutela.
Britney ya había hablado antes en la corte al respecto, pero la sala del tribunal siempre se había mantenido despejada y las transcripciones selladas; la última vez que se supo que se dirigió a un juez fue en mayo de 2019.
El tutelaje se estableció cuando ella atravesó una crisis de salud mental en 2008; le ha atribuido el mérito de haberla salvado de la ruina financiera y haberla mantenido como una estrella del pop de primer nivel.
Su padre y sus abogados han enfatizado que ella y su fortuna, que los registros judiciales estiman en más de 50 millones de dólares, siguen siendo vulnerables al fraude y la manipulación.
Según la ley, la carga recaería en Britney para demostrar que es competente para ser liberada de la tutela y para tomar sus propias decisiones.