GINEBRA.- La FIFA y la UEFA suspendieron a las selecciones nacionales y clubes de futbol de Rusia de toda competición internacional, incluyendo las eliminatorias de la Copa Mundial, y dejar a Moscú como un paria deportivo tras la invasión del país en Ucrania.
Los entes rectores del futbol anunciaron la decisión el lunes, indicando que el castigo se mantendrá “hasta nuevo aviso”. La selección masculina tenía previsto disputar un repechaje mundialista dentro de tres semanas.
El mundo del futbol está totalmente unido y se solidariza con el pueblo ucraniano”, dijeron la FIFA y la UEFA en un comunicado conjunto.
La magnitud de las sanciones que enlazan el deporte con la esfera política — algo no visto durante décadas — trascendieron pocos después que el Comité Olímpico Internacional había exhortado a los organismos deportivos a que excluyan a los deportistas y dirigentes rusos de todo evento internacional.
El COI dijo que esto era necesario para “proteger la integridad de las competencias deportivas mundiales y la seguridad de todos los participantes”.
Marginar a Rusia del escenario internacional implica un golpe financiero y moral al país, amén de mancharle su imagen como potencia deportiva.
El efecto inmediato de la decisión de la FIFA es que Rusia no podrá disputar el partido contra Polonia por las eliminatorias del Mundial, previsto para el 24 de marzo. Polonia ya había dicho que se negaría a jugar con los rusos.
La UEFA también dejó fuera al último representante ruso que seguía en carrera en una copa europea esta temporada. Tal es el caso del Spartak Moscú, que disputaba la Europa League. El Leipzig de Alemania, que iba a enfrentar a Spartak el 10 y 17 de marzo, avanzó directamente a los cuartos de final, informó la UEFA.
Rusia afronta el tipo de aislamiento sufrido por los equipos yugoslavos en 1992 tras la guerra de los Balcanes y de los equipos y deportistas sudafricanos en la década de 1970 y 1980 durante el apartheid, el sistema de discriminación racial.
Los fallos de la FIFA y UEFA pueden apelarse ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo en Lausana.
No se aclaró de inmediato como la solicitud del COI afectará a los jugadores de hóckey rusos que militan en la NHL y a sus tenistas, entre ellos el flamante número mundial Daniil Medvedev, en torneos de Grand Slam, ATP y WTA.
El COI también apuntó directamente al presidente ruso Vladimir Putin, quien tomó como proyecto personal la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014. El COI despojó la Orden Olímpica que concedió a Putin en 2001.
El llamado del COI abarca también a Bielorrusia, que permite que los rusos lancen ataques a Ucrania desde su territorio. Al advertir que actuaba con “mucho pesar”, el COI sostuvo que el impacto de la guerra en el deporte ucraniano pesaba más que el posible perjuicio a los deportistas de Rusia y Bielorrusia.
La iniciativa del COI no representa una exclusión total de estos países al no suspenderse a los comités olímpicos nacionales de Rusia y Bielorrusia. El organismo dijo que eso “no es posible a corto plazo, por razones logísticas y legales”. Rusos y bielorrusos, por lo tanto, podrían competir como deportistas neutrales, sin bandera, himno ni otros símbolos nacionales, en competencias como los inminentes Juegos Paralímpicos en Beijing.
Sólo podemos ofrecer un comentario — estamos categóricamente en desacuerdo”, dijo el líder del Comité Olímpico Ruso Stanislav Pozdnyakov en un comunicado. Añadió que asistirán a las federaciones nacionales para presentar recursos contra “fallos discriminatorios”.
Instituciones deportivas de toda Europa ya están tomando medidas para aislar a Rusia, negándose a recibir o enfrentar a equipos rusos.
Finlandia quiere que la selección rusa sea marginada del mundial de hóckey sobre hielo que organizará en mayo; la federación suiza de futbol dijo que no jugará con Rusia en julio en el Campeonato Europeo femenino, en tanto que el club alemán de futbol Schalke rescindió el contrato publicitario que tenía desde hacía tiempo con la empresa estatal rusa Gazprom.
Aparte de Polonia, Suecia y la República Checa asomaban como posibles rivales de Rusia en las eliminatorias, y ambos habían dicho que no iban a presentarse a jugar. El Mundial arranca el 21 de noviembre en Qatar.
La FIFA quiso tener como compromiso que los rusos disputasen sus partidos como local en terrenos neutrales y que no podrá usar la bandera rusa, sino que deberá presentarse como Unión de Futbol de Rusia. Ello buscaba adoptar los lineamientos de un fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo, de diciembre de 2020, sancionando a los rusos por una trama de dopaje institucional. El castigo hizo que los rusos compitiesen en los últimos dos Juegos Olímpicos como el equipo del Comité Olímpico de Rusia.