CIUDAD DE MÉXICO.- Alejandro Fernández abrió su balcón, cantó por México y por Vicente Fernández, su padre.
Fue un concierto diferente, desde un balcón de una desde una habitación del Four Seasons CDMX.
La idea era apoyar con todo lo recaudado a la reactivación del sector hotelero, una de las más golpeadas por la pandemia. El cantante inauguró la noche de este martes con «Serenata por México» un concepto que, más que un concierto, es una nueva experiencia.
La audiencia presencial, de 120 cuartos (un desembolso de 20 mil pesos por paquete: cena, brindis, show y hospedaje por una noche), fue testigo de la reaparición de «El Potrillo».
El cantante, emocionado después de regalar los primeros temas de la velada, expresó que extrañaba las serenatas y, sin más, agradeció el apoyo a su familia en estos momentos difíciles y dolorosos, en los que su padre, el ídolo Vicente Fernández, permanece grave en un hospital de Guadalajara.
Tenemos muchos sentimientos encontrados, saben la situación que estamos atravesando como familia y les agradezco sus oraciones con todo el corazón que le han brindado a mi padre», señaló el intérprete.
Tras dedicarle esta reaparición a su padre y pedir a Dios por su pronta recuperación, Alejandro siguió en lo suyo, demostrando sus tablas en escena, acompañado de un mariachi, su banda musical y coros.
Los presentes, que arribaron al hotel con cubrebocas, mascarillas y armados con gel antibacterial y sanitizante en spray, gozaron en sus balcones eufóricos con copa en la mano y cantaron todo con el anfitrión musical, desde temas como «Tantita Pena» hasta «Hoy Tengo Ganas de Ti».
A escasos 10 minutos de show, que inició con media hora de retraso, el cantante se convirtió en tendencia en Twitter. Y a la media hora, de acuerdo con voceros de Tequila Don Julio (patrocinador del evento y la iniciativa), su plataforma, que transmitió el show de manera gratuita en territorio nacional, ya superaba las 100 mil conexiones.
Entre baladas, boleros rancheros y temas bravíos, el cantante prendió los ánimos de todos los huéspedes, que, portando sombreros, hicieron coros monumentales en varias ocasiones, lo cual Alejandro agradeció con los pulgares en alto.
Aprovechó el artista para agradecer la ayuda al sector, que, dijo, al igual que todo México, sabe el significado de la resiliencia.
Un momento cumbre llegó cuando sonó «Me Dediqué a Perderte», que arrancó lágrimas y sendas ovaciones de cientos de parejas que la escucharon abrazados.
Otro más se dio con «Como Quien Pierde Una Estrella», en el que el domo de la explanada retumbó con los lamentos del respetable.
A las 11:17 de la noche se retiró de escena, pero los gritos de «otra, otra» lo hicieron volver para regalar «Canta, Corazón». Contagiado por el ambiente festivo y de celebración cuasi del Mes de la Patria, entregó cuatro piezas más en las que lució relajado, sonriente y bailador, para abandonar el escenario central entre vítores.