THREE RIVERS, California.- Los bomberos cubrieron la base del árbol más grande del mundo con una manta resistente al fuego en su intento por salvar un famoso bosque de secuoyas gigantes de los incendios activos en la escarpada Sierra Nevada en California.
El colosal General Sherman, que está en el Bosque Gigante del Parque Nacional de las Secuoyas, algunas otras secuoyas, el Museo del Bosque Gigante y otros edificios fueron protegidos ante la posibilidad de que las intensas llamas los alcancen, dijo una vocera de los bomberos, Rebecca Paterson.
La envoltura de aluminio puede soportar un intenso calor por cortos periodos de tiempo. Funcionarios federales dijeron que han empleado este material desde hace años en todo el oeste del país para proteger estructuras sensibles del fuego. Cerca del lago Tahoe, algunas viviendas con esta protección sobrevivieron a un reciente incendio, mientras que otras que no la tenía quedaron destruidas.
Se espera que el incendio Colony, uno de los dos activos en el Parque Nacional de las Secuoyas, llegue al Bosque Gigante, una arboleda con 2 mil secuoyas, en algún momento en los próximos días, dijeron las autoridades.
Pero el fuego no avanzó de forma significativa el jueves ya que capa de humo redujo su propagación en la mañana, apuntó Katy Hooper, portavoz de los bomberos.
Este incendio se produce luego de otro que mató miles de secuoyas, algunas tan altas como rascacielos y con miles de años de antigüedad, en la región el año pasado.
General Sherman es el árbol más grande del mundo por su volumen, con mil 487 metros cúbicos (52.508 pies cúbicos), según el Servicio de Parques Nacionales. Mide 84 metros (275 pies) de alto y tiene una circunferencia de 31 metros (103 pies) en su base.
Se espera que las quemas controladas, una práctica que se usa desde hace 50 años para eliminar otro tipo de árboles y vegetación que ayudarían a propagar las llamas, ayuden a la supervivencia de los gigantes al reducir el impacto si las llamas los alcanzan.
Las secuoyas gigantes, algunas con miles de años, están adaptadas al fuego, que puede ayudarles a propagarse al liberar semillas de sus piñas y crear claros que permiten que los ejemplares más jóvenes crezcan. Pero la extraordinaria intensidad de los fuegos, alimentados por el cambio climático, puede devastarlas.
Una sequía histórica y olas de calor ligadas al cambio climático han hecho que los incendios sean más difíciles de controlar en el oeste de Estados Unidos. Los científicos sostienen, a consecuencia de este fenómeno, la región es más cálida y seca que hace 30 años y el clima seguirá siendo más extremo y los fuegos más habituales y destructivos.
Las llamas obligaron a evacuar el parque esta semana y partes de la localidad de Three Rivers, ubicado fuera de su entrada principal.
Estos incendios forestales están entre los últimos de un largo verano en el que las llamas han arrasado cerca de 9 mil 195 kilómetros cuadrados (3 mil 550 millas cuadradas) de terreno en California, destruyendo cientos de viviendas a su paso.