ATLANTA.- No hubo hits permitidos por Ian Anderson a lo largo de cinco entradas. Tampoco contemplaciones a la hora de retirarlo, ni decisiones que lamentar por ahora en unos Bravos que recuperaron la delantera en la Serie Mundial.
El novato Anderson y el bullpen de Atlanta no permitieron hit sino hasta el octavo episodio, para que los Bravos vencieran el viernes 2-0 a los Astros de Houston en el tercer juego.
Austin Riley y Travis d’Arnaud impulsaron las carreras de Atlanta, lo que bastó y sobró en una noche en que Anderson y cuatro relevistas se combinaron para lanzar pelota de dos hits.
Los Bravos están ahora arriba por 2-1.
Pese a que Anderson llevaba juego sin hit, el manager Brian Snitker se le acercó en la cueva una vez resuelto el quinto acto.
Es todo”, le dijo.
¿Estás seguro?”, preguntó el derecho de 23 años.
Voy a confiar en mi instinto aquí”, respondió el piloto.
Los relevistas lograron que le decisión polémica pareciera sensata al final.
El emergente cubano Aledmys Díaz pegó un sencillo con un batazo manso a 71 mph en el comienzo de la octava entrada frente al relevista Tyler Matzek. La pelota cayó enfrente del jardinero izquierdo Eddie Rosario, apenas a 232 pies del plato.
Y paradójicamente, eso rompió el juego sin hit.
Alex Bregman bateó un sencillo entre el bosque derecho y el central con el cuadro desplazado, frente al taponero Will Smith en el inicio del noveno capítulo.
Un doblete de Riley en la tercera entrada frente al abridor venezolano de los Astros Luis García colocó adelante a los Bravos. D’Arnaud sacudió un leñazo de 437 pies ante una recta de Kendall Graveman en la octava.
Fue el segundo cuadrangular de d’Arnaud en esta Serie Mundial y el primero que conecta como local en la campaña.
De las 60 ocasiones anteriores en que el Clásico de Otoño se ha empatado 1-1, el ganador del tercer juego ha ganado en 39, incluidas seis de las últimas nueve.
El boricua Rosario gestionó un boleto que puso en marcha un tercer inning en que los Astros debieron realizar 43 pitcheos. Freddie Freeman bateó un sencillo y García dejó una recta cortada justo encima del plato.
Ryley bateó una línea entre Bregman y la tercera colchoneta. La pelota recorrió la línea del jardín izquierdo para un doble productor.
El cubano Jorge Soler recibió una base por bolas pero García dejó las bases llenas cuando Adam Duvall bateó de foul por la inicial y D’Arnaud se ponchó.
Los Bravos, que dejaron suspirando en los senderos a nueve corredores, mejoraron a una foja de 6-0 en esta postemporada en el Truist Park, inaugurado en 2017 y donde han ganado 11 de sus últimos 12 compromisos.
En Serie Mundial, Atlanta había perdido sus últimos cinco juegos como local.
Houston, el equipo con mejor bateo en las mayores durante la temporada con un promedio de .267, fue limitado a dos hits, tres boletos y dos bases por golpe.
Anderson, derecho de 23 años, no tuvo un control espectacular, pero supo dominar a los rivales. Repartió cuatro ponches y dio tres boletos.
A.J. Minter y Luke Jackson cubrieron un inning por cabeza.
Evidentemente, uno quiere la oportunidad de competir, especialmente en el mayor escenario”, dijo Anderson acerca de su deseo de seguir en el montículo. “Pero sí, sabía que él no iba a ceder”.
Snitker no contempló siquiera la oportunidad de permitir que Anderson emulara a Don Larsen de los Yanquis, cuyo juego perfecto en 1956 es el único sin hit en la Serie Mundial.
Él no iba a lanzar un juego sin hit de nueve entradas”, recalcó Snitker. “No iba a tener lanzamientos para hacer eso”.
Por los Astros, los venezolanos José Altuve de 3-0, Luis García de 1-0, Marwin González de 1-0. Los cubanos Yordan Álvarez de 3-0, Yuli Gurriel de 3-0, Díaz de 1-1. Los puertorriqueños Carlos Correa de 3-0, Martín Maldonado de 2-0. Por los Bravos, el puertorriqueño Rosario de 3-1 con una anotada. El cubano Soler de 2-0. El venezolano Ehire Adrianza de 1-0.