ORLANDO, Florida.- Gran cantidad de trabajadores de The Walt Disney Co. en Estados Unidos amenazaban con un paro el martes, dejando a la empresa en un dilema entre las expectativas de una fuerza laboral diversa y las demandas de un mercado laboral cada vez más polarizado y politizado.
De un lado están los defensores de los derechos LGBTQ y los empleados de Disney que llaman a un paro en protesta por la lenta respuesta del director general Bon Chapek para criticar públicamente una ley de Florida conocida como “No Digas Gay”. La legislación, que espera la firma del gobernador, prohibiría la instrucción sobre orientación sexual o identidad de géneros en kindergarten y hasta el tercer grado.
Del otro lado están políticos como el gobernador republicano Ron DeSantis, que acusan al gigante de los espectáculos de ceder a presiones luego de una decisión de Disney de suspender temporalmente las contribuciones políticas en el estado. De acuerdo con los críticos conservadores de Disney, la compañía debería dedicarse a ganar dinero, no a promover una agenda.
Según un funcionario de Disney, no hubo interrupciones en ninguna operación hasta el martes al mediodía. Disney empleaba a 190.000 trabajadores en octubre pasado, y unas tres cuartas partes estaban en su división de parques temáticos. No estaba claro cuántos empleados dejarían sus labores ni qué les pasaría a aquellos que lo hicieran.
Los líderes gremiales de decenas de miles de trabajadores sindicalizados en parques temáticos de Disney en Florida y California dijeron que no veían un impulso entre sus miembros para un paro y les recomendaron no hacerlo porque ello violaría obligaciones contractuales. Los organizadores dijeron que esperaban alguna participación de trabajadores de producción, marketing, tecnología y otros empleos no sindicalizados.