AUSTIN.– Al menos ocho ciudades del sureste de Texas fueron declaradas en estado de alerta, luego que se registraron ataques de la ameba “comecerebros”, al sureste del estado.
Desde el fin de semana, las autoridades de Texas detectaron la presencia de la ameba Naegleria fowleri en el suministro de agua de la localidad de Brazosport.
Las amebas son parásitos, regularmente viven en los intestinos de las personas infectadas, pero la “comecerebros” puede ingresar por la nariz y afectar la materia gris de los humanos.
La Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) emitió un aviso para los residentes, para pedir que no usen el agua hasta nuevo aviso, explicó la cadena CNN.
El aviso es válido para las localidades de Lake Jackson, Freeport, Angleton, Brazoria, Richwood, Oyster Creek, Clute y Rosenberg, además de la planta Dow Chemical, en Dreeport, y el Departamento de Clemens y Wayne Scott, Texas.
En Lake Jackson se declaró estado de desastre.
El estado se encuentra en alerta desde el pasado 8 de septiembre, cuando justo en Lake Jackson se dio a conocer el caso de un niño de seis años quien fue hospitalizado por la ameba, sin embargo falleció. Las autoridades creen que el niño se infectó con la ameba o bien en un chapoteadero de una fuente frente al Civic Center. O por el agua de una manguera con la que se mojó.
Se hicieron entonces pruebas en la fuente de agua del chapoteadero y dieron negativo. Luego intervinieron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y el viernes pasado se reveló que 11 muestras dieron positivo.
En Florida, el Departamento de Salud informó de otro caso en el condado de Hillsborough, sin dar más detalles.
El año pasado, una niña de 10 años murió en un hospital de Texas tras infectarse. La pequeña nadó en un río y un lago de Texas antes de presentar síntomas, incluyendo dolor de cabeza y fiebre.
De acuerdo con los CDC, la ameba “comecerebros” suele encontrarse en agua dulce templada, como la de lagos y ríos y aguas termales, y entra al cuerpo a través de la nariz. De ahí sube al cerebro, donde destruye tejido cerebral, una condición conocida como “Primary Amebic Meningoencephalitis” (PAM).
Entre 1962 y 2018, señalan los centros, 145 se infectaron con la ameba y sólo cuatro sobrevivieron. Los CDC sostienen que las personas no se pueden infectar con la ameba bebiendo agua contaminada. En cambió, sí pueden hacerlo cuando el agua les entra por la nariz, ya sea por sumergir la cabeza o limpiarse la nariz con el líquido contaminado, algo que puede ocurrir en prácticas religiosas.