TOKIO.- El pebetero se apagó y después de una larga espera los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 bajaron el telón, en medio de una pandemia.
El suelo del Estadio Nacional de Tokio se transformó en un parque para que los atletas disfrutaran un poco de Japón, país que no pudieron visitar y del que muchas y muchos tuvieron que salir en menos de 24 horas como parte del reglamento.
La bandera de Japón entró al recinto para dar inicio a la ceremonia de clausura de los Juegos. Los atletas que pudieron quedarse al final de las competencias entraron por las cuatro esquinas del campo, donde la pentatleta mexicana Mayan Oliver portaba el lábaro patrio.
Los aros olímpicos se formaron al centro provenientes de las partículas de luces de los celulares de los atletas y sobrevolaron ante un contingente reducido que pudo presenciar la ceremonia.
El Himno a la Alegría interpretado por la Tokio Ska Paradise Orchestra fue uno de los momentos más significativos. Y como la tradición lo marca se entonó una parte del Himno Nacional de Grecia, una tradición olímpica desde Amberes 1920.
Como escenario principal los keniatas Peres Jepchirchir y Eliud Kipchogue fueron premiados con las medallas de oro después de ganar el Maratón en sus respectivas ramas. Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, les entregó las medallas para que los atletas se las colocaran ante los protocolos por pandemia.
Un grupo de voluntarios fue homenajeado durante los Juegos Olímpicos como parte del reconocimiento a sus labores incluso ante la ausencia de público.
Diversas danzas de cada pueblo japonés se hicieron presentes y realizaron un tributo a los que ya no están, por los que se han ido, en un año donde el luto ha envuelto al mundo.
Tokio 2020 le entregó la estafeta a París 2024 y La Marsellesa, el Himno francés que nació en tiempos de guerra y revolución, resonó hasta en una estación espacial por un astronauta.
De ahí un recorrido a París hasta llegar al Río Sena a los pies de la Torre Eiffel, se dio en vivo el cambio en la nueva ciudad sede, que por primera vez no se dio en el estadio.
Más alto, más fuerte, más rápido», enfatizó Emmanuel Macron, presidente de Francia desde la ciudad parisina. Aviones sobrevolaron la capital francesa dejando una estela de los colores de la bandera, que será el emblema de los próximos tres años que dure el ciclo olímpico más corto.
Esta noche baja la cortina de los Juegos de la emoción, que estuvieron en medio de una pandemia. Gracias desde mi corazón, no hay palabras para lo que han conseguido en Tokio y a través de su perseverancia han superado retos.
Mientras los Juegos cierran, una nueva puerta se abre, el deporte tiene el poder para cambiar el futuro, hoy la llama olímpica que estuvo encendida en Tokio se apagará, pero la esperanza que nos dio no puede ser extinguirse», expresó Seiko Hashimoto, presidenta del Comité Organizador.
Y Thomas Bach, presidente del COI, recordó: «Son los Juegos Olímpicos de la esperanza y la solidaridad». La llama en Tokio 2020 se apagó, pero esa luz fulgurante que se veía lejos continuará encendida en el espíritu olímpico.