CIUDAD DE MÉXICO.- El nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, unas de las obras emblemáticas del presidente Andrés Manuel López Obrador y que causó gran polémica luego de que su construcción fue entregada a los militares, inició el lunes sus operaciones con un vuelo de una aerolínea local.
Pasadas las 6:30 despegó del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles un vuelo de la aerolínea Aeroméxico con destino al estado sureño de Tabasco -de donde es originario el mandatario-. Ese vuelo marcó el arranque de las operaciones de la terminal aérea que construyó en menos de tres años el ejército mexicano en medio de cuestionamientos de opositores que rechazaron que López Obrador entregara a los militares esa obra así como otros grandes proyectos de su administración.
Misión cumplida”, dijo el gobernante al celebrar la inauguración durante su conferencia matutina diaria que esta vez se realizó desde la nueva terminal, en la que aprovechó para cuestionar a algunos opositores y medios de comunicación que señalaron que la obra no se terminaría a tiempo.
A pesar de que algunos funcionarios adelantaron que aún faltan obras de conexión por terminar, López Obrador dijo que el aeropuerto está “al cien (por ciento)… completamente concluido, pueden bajar aviones las 24 horas, despegar y arribar las 24 horas con sistemas modernos”.
Durante la jornada el nuevo aeropuerto operará 20 vuelos de las aerolíneas locales Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus y de la estatal venezolana Conviasa, más dos vuelos de carga y particulares de Estados Unidos, indicó el lunes el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, quien agregó que se espera movilizar a 2.022 pasajeros.
Isidoro Pastor Román, director general del nuevo aeropuerto, informó que para el segundo semestre de este año se espera que comiencen los vuelos hacia Estados Unidos con las aerolíneas Delta, Copa Airlines y otra empresa.
La ubicación del nuevo aeropuerto, a 43 kilómetros del centro de la ciudad, desató críticas de los opositores que afirmaron que los pasajeros enfrentarán dificultades para llegar a la terminal debido al fuerte tráfico de vehículos de la capital y las limitaciones del transporte público.
Para desafiar a sus adversarios López Obrador salió la madrugada del lunes desde el Palacio Nacional, en el centro de la ciudad, rumbo hacia al nuevo aeropuerto internacional para realizar allí la reunión de su gabinete de seguridad y su acostumbrada conferencia matutina. El gobernante dijo que el traslado tardó entre 35 y 38 minutos aunque admitió que por el feriado nacional de este lunes, por el natalicio del expresidente Benito Juárez, no había mucho tráfico en la capital.
López Obrador ve en el nuevo aeropuerto un símbolo de su batalla contra el privilegio y la ostentación. López Obrador canceló un costoso proyecto vanguardista iniciado por su predecesor Enrique Peña Nieto (2012-2018) sobre un pantano en el extremo este de la ciudad, mucho más cerca del centro, y decidió construir la nueva terminal en suelo más firme hacia el norte.
Se proyecta que el nuevo aeropuerto costará 4 mil 100 millones de dólares lo que, según el gobernante, representa un ahorro en comparación con el proyecto anterior.
El subsecretario de Gobernación, Rabindranath Salazar, informó la semana pasada que la nueva terminal arrancará con dos obras de conexión pendientes de las seis previstas, que se espera que estén terminadas antes de que finalice el mandato de López Obrador en 2024. El nuevo aeropuerto funcionará en conjunto con el que ya existe en la Ciudad de México.