LA HABANA.- La temporada ciclónica 2021 para el Caribe concluyó con 21 formaciones tropicales con nombre -con categoría de tormenta tropical o superior- de las cuales siete se convirtieron en huracanes, una de las más activas de la historia pero no necesariamente la más mortífera.
Un reporte del Instituto de Meteorología de Cuba indicó además que es el segundo año consecutivo en que se “usa la lista completa” de nombres previstos.
De los ciclones que se formaron cuatro fueron de gran intensidad: Grace, Ida, Larry y Sam –el más poderoso con vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora–, pero ninguno llegó a ser de categoría 5.
Fue la sexta temporada consecutiva de ciclones en el Atlántico por encima de lo normal, indicó el Centro de Huracanes de Florida (NOAA, por sus siglas en inglés).
Los factores climáticos, que incluyen La Niña, las temperaturas de la superficie del mar por encima de lo normal a principios de la temporada y las lluvias monzónicas de África Occidental por encima del promedio fueron los principales contribuyentes para esta temporada de huracanes por encima del promedio”, indicó Matthew Rosencrans, especialista del NOAA.
La dependencia estadounidense indicó que el cambio climático también juega un papel en la formación de ciclones “muy intensos”.
Cuba fue afectada de manera directa por Elsa y Fred como tormentas tropicales e Ida como huracán. Grace lo hizo en ambas categorías, indicó el balance de la dependencia oficial colocado en su cuenta de Twitter. No se reportaron víctimas fatales.
Fue además la tercera temporada más activa desde que se tienen registros, sólo superada por las de 2005 y 2020.
El primer organismo fue denominado Ana -en el mes de mayo- y el último Wanda -a fines de octubre- y entre todos dejaron una cifra preliminar de más de 160 muertos en toda la región -contra los 400 fallecimientos que provocó la temporada de 2020-, severas inundaciones, familias evacuadas, infraestructura dañada, viviendas destruidas y cosechas perdidas.
Institutos especializados y meteorólogos indicaron que los ciclones atravesaron las islas del Caribe como Cuba, la Española -Haití y Dominicana- Jamaica y Puerto Rico a Estados Unidos y se adentraron en México y Estados Unidos o Canadá -Larry llegó hasta Terranova-.
La temporada comienza el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, pero algunos fenómenos meteorológicos suelen escapar a ese rango impuesto por los científicos.
Las pequeñas islas del Caribe y los poblados costeros de la región son particularmente vulnerables y pierden cada año millones de dólares por estos fenómenos naturales.