PUEBLA.- Una nueva tragedia evidenció que la ordeña a Pemex en Puebla sigue fuera de control.
Ayer por la madrugada, una toma clandestina de gas LP estalló y destruyó decenas de casas y autos en San Pablo Xochimehuacán, comunidad conurbada a la capital poblana y próxima a la autopista México-Puebla.
Tras reportarse un fuerte olor a gas, unos 2 mil pobladores fueron evacuados en un kilómetro a la redonda, pero se informó oficialmente un muerto y 15 heridos -cinco graves por quemaduras-, de los que cuatro son menores de edad.
Las autoridades confirmaron que hubo al menos tres explosiones subsecuentes.
En el predio particular donde se encontraba la toma clandestina había una pipa de 10 mil litros y al menos 25 cilindros de 20 kilos que presuntamente eran llenados cuando inició la fuga, además tiene de frente una gasera, que será investigada.
Desde el 2015, Pemex ha registrado decenas de explosiones en medio del repunte de la ordeña de gasolina en el País, siendo la más grave la de Tlahuelilpan, Hidalgo, donde 137 personas murieron en el 2019.
Ahora ha repuntado el robo de gas LP y el Estado de Puebla, gobernado por el morenista Miguel Barbosa, está a la cabeza de estas tomas clandestinas.
Entre enero y agosto pasados, Pemex registró mil 511 tomas clandestinas de gas LP a nivel nacional, de las que mil 014 o el 67 por ciento se encontraron en Puebla.
El número de tomas también representa un aumento del 17.3 por ciento respecto al 2020 en esa entidad. Asimismo, los criminales son cada vez más violentos, advirtieron fuentes de Pemex, que calificaron la situación como «alarmante».