HOUSTON.- José Siri se lanzó de cabeza hacia el plato. Luego de anotar, se incorporó de inmediato, flexionó los brazos y gritó con todas sus fuerzas.
Bienvenido a la Serie Mundial, novato.
El dominicano, que ha pasado la mayor parte de su carrera en las menores, representó la chispa que encendió el desempeño de un equipo cuyas figuras principales tardaron un poco más en brillar. Los Astros de Houston doblegaron el miércoles 7-2 a los Bravos de Atlanta, para igualar la Serie Mundial a un triunfo por bando.
El venezolano José Altuve disparó un doble en los albores del encuentro y un jonrón en las postrimerías, además de anotar dos carreras.
La velocidad y agresividad de Siri causaron estragos en las bases, lo que derivó en un racimo de cuatro carreras en la segunda entrada, para que los Astros cortaran una seguidilla de cinco tropiezos como locales en el Clásico de Otoño.
Houston no ganaba en casa un encuentro de la Serie Mundial desde el 29 de octubre de 2017. Fue el quinto juego, en el que se impuso por 13-12 sobre los Dodgers de Los Ángeles en 10 episodios.
Altuve conectó un doblete y anotó en la primera entrada, antes de añadir un jonrón solitario en la séptima. Así, los Astros superaron a unos Bravos que de pronto perdieron eficacia y concentración.
El mexicano José Urquidy brindó a los Astros cinco innings de labor sólida, y el bullpen de Houston, tan importante en esta postemporada, hizo el resto.
La serie se muda a Atlanta para el primero de tres juegos ahí, a partir del viernes por la noche.
Los Astros atacaron al abridor Max Fried con siete hits y seis carreras —cinco limpias— a lo largo de cinco entradas.
El duelo estaba empatado 1-1 cuando Kyle Tucker pegó un sencillo con un out en el segundo acto. Avanzó a la tercera almohadilla en un sencillo del cubano Yuli Gurriel.
El veloz Siri, quien debutó apenas el 3 de septiembre, se embasó después con un batazo dentro del cuadro, para que Tucker anotara la carrera que puso adelante a los locales.
Siri se convirtió en el primer pelotero que ha debutado en septiembre o después y que ha producido una carrera en la Serie Mundial de ese año.
¿Cómo se siente?
El puertorriqueño Martín Maldonado bateó un sencillo hacia su coterráneo, el jardinero izquierdo Eddie Rosario, para empujar a Gurriel.
Los Bravos, que suelen cumplir cabalmente con los fundamentos del juego, se mostraron erráticos. Rosario lanzó a una antesala ocupada y la pelota se fue a territorio de foul, para que Siri corriera a home.
Siri se paró en el plato, disfrutando de un momento que pensó que nunca llegaría.
Atorado en las menores desde 2013, el emotivo jardinero de 26 años tiene ahora en su currículum una actuación brillante. Nada menos que en la “Siri Mundial”.