NUEVA ORLEANS.- La depresión tropical Nicholas se cernió sobre Luisiana el miércoles, arrojando fuertes lluvias sobre una región que lucha por recuperarse del huracán Ida y anegando la costa de Mississippi, Alabama y el noroeste de Florida.
La Agencia de Manejo de Emergencias de Mississippi informó de que era posible que se produjeran inundaciones repentinas y tornados cerca de la costa del Golfo de México. También se han emitido avisos de inundaciones repentinas en la costa de Alabama y en la península de Florida. En Luisiana, las precipitaciones complicaron la ya difícil recuperación en viviendas dañadas por Ida el 29 de agosto. Miles de personas siguen sin electricidad en Texas y Luisiana.
No estoy segura en este momento de cómo se ve”, dijo Edith Anthony, cuya casa en LaPlace, un suburbio de Nueva Orleans entre el lago Pontchartrain y el río Mississippi, perdió parte de su techo y recibió unos 60-90 centímetros (2-3 pies) de agua de la inundación hace dos semanas.
Todavía no tienen electricidad, y no pudieron conseguir una lona para cubrir el techo antes de que Nicholas entrara. Ahora ella y su marido se alojan en un hotel de Mobile, Alabama, y se preparan para volver este fin de semana a lo que queda de su casa.
Nicholas arrojó casi 35 centímetros (14 pulgadas) de lluvia en Galveston, Texas, después de tocar tierra como huracán de categoría 1, la 14ta tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico de 2021. En Houston se registraron más de 15 centímetros (6 pulgadas). Los meteorólogos advirtieron que la costa central del Golfo podría recibir hasta 50 centímetros (20 pulgadas) de lluvia hasta el viernes.
En Luisiana, es posible que se produzcan inundaciones repentinas hasta el jueves por la mañana, pero se prevé que la lluvia se prolongue durante días.
Vamos a estar en un patrón de clima húmedo hasta bien entrada la próxima semana”, dijo el meteorólogo Christopher Brannan, del Servicio Nacional de Meteorología. Dijo que Nicholas, ahora una depresión tropical, probablemente se estacionará sobre el suroeste de Luisiana hasta disiparse en un sistema de baja presión remanente.
Se pronostica que la tormenta arrojará hasta 15 centímetros (6 pulgadas) de lluvia desde el sureste de Luisiana hasta la península de Florida hasta el viernes, y hasta 25 centímetros (10 pulgadas) en zonas aisladas.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, advirtió a la gente que se tomara en serio a Nicholas, aunque ya no fuera un huracán. “Esta es una tormenta muy seria, particularmente en aquellas áreas que fueron impactadas fuertemente por el huracán Ida”, dijo Edwards el martes.