MARRERO, Luisiana.- En medio de la terrible devastación causada por el paso del huracán Ida, había al menos un rayo de luz el domingo en las afueras de Nueva Orleans: parroquianos vieron que la luz regresó a su iglesia, lo que representa una pequeña mejora mientras los residentes de Luisiana tratan de retomar la vida normal.
En el condado Jefferson, el reverendo G. Amaldoss esperaba celebrar una misa en la iglesia católica de San Joaquín en el estacionamiento, que tenía ramas esparcidas. Pero cuando abrió las puertas de la iglesia el domingo temprano, el santuario tenía las luces prendidas y entonces decidió realizar la misa adentro.
Intervención divina”, comentó Amaldoss, juntando las manos y viendo hacia el cielo.
Luego de que empezó la misa, Amaldoss caminó por el pasillo de la iglesia en su túnica verde, con apenas unas ocho personas repartidas entre los bancos. Los asientos estaban ocupados por cajas de pasta de dientes, champú y verduras enlatadas que fueron donadas.
Rezamos por todas las personas cuyas vidas se han salvado y por todas las personas cuyas vidas se han perdido”, dijo. “Hay que recordar a los hermanos y hermanas afectados por el viento y el agua”.
A través los ventanales detrás del altar, más allá del pantano que colindaba con la iglesia, se podían observar las compuertas que salvaron el inmueble. El evangelio que se leyó fue la historia de Jesús devolviendo la vista a un ciego, y por toda la pequeña iglesia se repitieron historias de milagros.
Wynonia Lazaro dio gracias de que se restableciera la electricidad en su hogar, donde las únicas víctimas de Ida fueron los árboles derribados y tejas que se aflojaron.
Estamos muy bendecidos”, comentó.
Por lo menos 16 decesos se atribuyeron al paso del huracán Ida en Luisiana, Mississippi y Alabama. En el noreste de Estados Unidos, los vestigios de Ida provocaron lluvias récord y la muerte de al menos 50 personas desde Virginia hasta Connecticut.