CIUDAD DE MÉXICO.- Estados Unidos enviará a México 8.5 millones de dosis de las vacunas Moderna y AstraZeneca para apoyar a su vecino en el plan nacional de inmunización ante el incremento de los contagios de coronavirus que han demorado la reapertura de la frontera entre ambos países, anunciaron el martes las autoridades mexicanas.
El envío de las vacunas fue informado por el canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien indicó que para este mes se espera el arribo de los medicamentos que serán dispuestos para el programa local de vacunación que hasta la fecha ha cubierto al 56% de la población adulta.
Ebrard agregó que la decisión fue notificada la víspera por la vicepresidenta Kamala Harris en la conversación telefónica que sostuvo con el mandatario Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el martes que no había nada confirmado hasta el momento en términos de números y el cronograma sobre los envíos que se realizarían a México.
Al agradecer los envíos López Obrador dijo, durante su conferencia matutina, que las donaciones constituyen “acciones humanitarias” que muestran la solidaridad de Washington con México.
Aunque las autoridades sanitarias mexicanas aún no han autorizado el uso de Moderna en el país, el canciller dijo que se espera tener los permisos para cuando se concreten los envíos.
México ha recibido hasta la fecha 91,2 millones de dosis de vacunas de Pfizer, AstraZeneca, Sputnik V, Sinovac y CanSino que han sido aplicadas a cerca 51 millones de personas, que recibieron al menos una dosis.
A mediados de año Estados Unidos donó a México 1.3 millones de vacunas de Johnson & Johnson que fueron empleadas en su totalidad para inocular a las personas de entre 18 y 40 años en parte de los 39 municipios de la frontera norte.
López Obrador dijo que en su diálogo con Harris se conversó sobre la reapertura de la frontera, algo sobre lo que viene insistiendo México desde hace varios meses. “Noté que hay voluntad de parte de ellos”, dijo el gobernante.
Las autoridades estadounidenses decidieron el mes pasado extender hasta el 21 de agosto las restricciones de tránsito terrestre para viajes no esenciales en su frontera con México, de unos 3 mil 185 kilómetros, ante el aumento de los casos de coronavirus en ambos países y la aparición de la variante Delta, que es mucho más contagiosa que otras.