CIUDAD DE MÉXICO .- Una tercera ola de contagios de Covid-19 golpea a México, de la mano de los jóvenes, que han decidido hacer caso omiso de las recomendaciones del Sector Salud y llenan bares, restaurantes y plazas y, en la mayoría de los casos, sin siquiera cubrebocas.
Bajo el lema de “soy joven, no me preocupa contagiarme”, por miles acuden a reuniones en zonas como centro de la turística alcaldía de Coyoacán.
Muchos de ellos, sin siquiera haberse vacunado, consideran que tienen más defensas que una persona mayor.
Nosotros tenemos la idea de que como somos jóvenes no nos va a pasar nada malo, o si nos da, no nos va a dar fuerte”, aseguró Mario Estrada Flores, un estudiante universitario de 21 años, quien junto a nueve de sus jóvenes amigos —todos sin cubrebocas— aprovechó la gran concurrencia en la plaza Hidalgo de Coyoacán para improvisar un performance de rap mientras decenas de personas lo seguían entre aplausos.
La percepción de Estrada Flores, que es compartida por muchos jóvenes, es lo que según los especialistas está incidiendo en el aumento de los contagios en este grupo que se ha convertido en el principal foco de la tercera ola que golpea a México y que amenaza con generar efectos devastadores como los ocurridos recientemente en India o Brasil.
México acumula hasta la fecha 2.77 millones de contagios y 239 mil 079 muertes que ubican al gigante latinoamericano en el cuarto lugar a nivel mundial con más decesos por la pandemia, superado por Estados Unidos, Brasil e India.
El potencial de esta epidemia es muy grande y está teniendo un crecimiento muy acelerado”, afirmó el médico Andreu Comas, académico de la Facultad de Medicina y del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), y agregó que en la vigésima novena semana de la pandemia ya se sobrepasaron los 16 mil casos diarios, superando en 2.7 veces el registro diario que se observó en el mismo período del año anterior.
Comas indicó que el potencial de esta ola es grande debido a que “ahora está golpeado al grueso de la población que es el grupo entre 16 y 55 años”, que constituye la mitad de los 126 millones de habitantes de México. “Es la población que más se mueve porque por un lado es el motor económico de un país y por el otro es la población que tiene más vida social”, dijo el académico al hablar de los riesgos que representa el contagio de este grupo etario.
Otro de los factores que está generando preocupación en esta tercera ola lo constituye el crecimiento exponencial de los casos de la variante Delta, que es cuatro veces más contagiosa y tiene un período de incubación más corto que otras variantes, reconoció el médico internista e infectólogo Francisco Moreno Sánchez, del Centro Médico ABC de la Ciudad de México.
De acuerdo a estimaciones de la UASLP, la variante Delta está presente en 23 de las 32 entidades, entre ellas la capital mexicana, y ya existen al menos mil 160 casos a nivel nacional.
Moreno Sánchez dijo que el hecho de que los jóvenes aún no estén vacunados también está incidiendo en el aumento de los contagios. En un intento por hacer frente a esta situación, el gobierno incluyó esta semana en el plan nacional de vacunación, que se inició en diciembre, a las personas a partir de los 18 años.
La ocupación nacional de camas destinadas para atender los casos de coronavirus está en 42 por ciento.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud 42,4 millones de personas han sido vacunadas con al menos una dosis, lo que representa casi 48% de la población adulta.
Al respecto, Moreno Sánchez dijo que cerca del 30% de la población México está inoculada por completo y hay poco menos que un 75% que no tienen ningún tipo de protección. “Muchos de ellos van a contagiarse, van a requerir hospital y no hay un sistema que pueda ayudar a controlar esto”, advirtió el médico al reconocer que ante el mensaje “muy tenue” del gobierno y la lenta vacunación el combate de la pandemia “dependerá de cada quien”.
Durante un receso del performance de rap, y mientras algunos de sus amigos aprovechaban para bailar reguetón en medio de la plaza, Estrada Flores, un estudiante del primer semestre de Administración, admitió que estar en la calle sin cubrebocas “es un poco ignorante de nuestra parte porque peligramos y si tenemos familias mayores, pues nada, a ellos también los ponemos en peligro”.