SAN JUAN.- Elsa se convirtió el viernes en el primer huracán de la temporada del Atlántico, y destruyó techos, árboles y cultivos a su paso por el Caribe oriental, donde las autoridades ordenaron el cierre de escuelas, negocios y aeropuertos.
La tormenta de categoría 1 es el primer huracán en azotar Barbados en más de 60 años, generando lluvias y vientos fuertes en la isla y posteriormente en San Vicente y las Granadinas, que lucha por recuperarse de erupciones volcánicas recientes.
El vórtice de Elsa se ubicaba a unos 765 kilómetros (475 millas) al este-sudeste de Isla Beata, en República Dominicana, y avanzaba con dirección oeste-noroeste a 48 km/h (30 mph). Tenía vientos máximos sostenidos de 140 km/h (85 mph), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Ese nivel de viento sostenido es capaz de derribar muchos edificios y causar mucho daño”, advirtió el primer ministro de San Vicente, Ralph Gonsalves. “Les suplico. No tomemos este huracán a la ligera. No es momento de hacerse el tonto”.
La ruta prevista muestra que el huracán se encamina rápidamente hacia La Española, la isla que comparten Haití y la República Dominicana, para luego llegar a Cuba y debilitarse a tormenta tropical.
El pronóstico a largo plazo muestra que Elsa se enfilará a Florida con fuerza de tormenta tropical para el martes en la mañana, si bien algunos modelos consideran que se dirigirá al Golfo de México o a la costa de Estados Unidos en el Atlántico.
Las autoridades de Barbados indicaron que han recibido llamadas de emergencia acerca de familias atrapadas en sus hogares, viviendas derruidas, apagones y suspensión del servicio de agua potable, pero no hay reportes de heridos de gravedad ni de muertos. Wilfred Abrahams, ministro del Interior, Información y Asuntos Públicos, exhortó a la población a abrir sus casas a los necesitados.
Estamos recibiendo muchos reportes de daños”, sostuvo.
Mientras tanto, funcionarios de Santa Lucía dijeron que el 90% de los clientes se quedaron sin electricidad en el peor momento de la tormenta. También se reportaron deslaves, inundaciones y viviendas dañadas.
Se emitieron avisos preventivos para la zona comprendida entre Puerto Príncipe, la capital de Haití, y Punta Palenque, en República Dominicana. En las provincias cubanas de Camagüey, Granma, Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Santiago de Cuba también se emitió una advertencia a la población.
Las autoridades abrieron docenas de refugios en San Vicente e instaron a la población a desalojar sus hogares si viven cerca de un valle, debido a la amenaza de inundaciones repentinas, y de aludes de lodo y ceniza volcánica, especialmente en la parte norte de la isla, donde se encuentra el volcán La Soufrière.