CIUDAD DE MÉXICO.- El primer huracán de la temporada del Pacífico oriental rozó el suroeste de México sin llegar a tocar tierra, aunque castiga la costa con aguaceros y vientos que aumentaron el riesgo de inundaciones repentinas y aludes de lodo.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, Enrique se localizaba el lunes por la mañana 95 kilómetros al oeste suroeste del Cabo Corrientes, en el estado de Jalisco y al sur del turístico destino de Puerto Vallarta, y se mantenía con vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros por hora.
Se desplazaba hacia el norte noroeste a 9 kilómetros por hora y se mantenía cerca de la costa mexicana.
A lo largo del lunes se prevé que Enrique gire hacia el noroeste y se mantenga en ese rumbo durante los próximos días en dirección al sur de la península de Baja California.
Había una alerta o aviso de huracán desde el puerto de Manzanillo hasta Playa Perula y Cabo Corrientes.
La Comisión Nacional del Agua de México advirtió el lunes por la mañana sobre “lluvias puntuales torrenciales (de 150.1 a 250 milímetros) en zonas de Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Sinaloa, mayormente vinculadas al huracán Enrique.
Hasta el domingo las autoridades de protección civil del estado de Guerrero habían informado daños en más de 200 viviendas pero no habían reportado oficialmente ninguna víctima. La Secretaría de la Defensa mexicana indicó que se estaban desplegando tropas para ayudar a los civiles antes de la tormenta.