CIUDAD DE MÉXICO.- El mensaje es claro: No vayan a Estados Unidos.
Al menos es lo que parece que vicepresidenta estadounidense Kamala Harris quiso decir al asegurarles el martes a las poblaciones pobres y amenazadas de Latinoamérica que Estados Unidos tiene “la capacidad de darles a las personas una sensación de esperanza” en la región para que puedan tener una mejor vida sin tener que huir hacia territorio estadounidense.
Harris concluyó su primera gira en el extranjero como vicepresidenta sin mostrar remordimientos por su decisión de no visitar la frontera entre México y Estados Unidos como parte de su misión de atender la migración hacia Estados Unidos.
Si quieren atender las necesidades de una persona, deben conocer a esas personas, deben pasar tiempo con ellas, porque la única manera en que en verdad puedes arreglar el problema es entendiéndolo”, dijo en una conferencia de prensa antes de abordar un vuelo rumbo a Washington.
Previamente, desestimó preguntas sobre su decisión de no incluir una visita a la frontera como parte de su labor para combatir el incremento migratorio, señalando que aunque es “válido” expresar preocupación sobre la situación en la frontera, no se atenderá con una simple visita.
Para nosotros, debe ser una prioridad entender por qué se va la gente”, dijo en su conferencia. “No puedo subrayarlo lo suficiente. La mayoría de las personas no quieren irse de su casa”.
Harris realizó una visita diplomática de dos días a Guatemala y México como parte de las gestiones del presidente Joe Biden para frenar el flujo de personas hacia Estados Unidos. Se reunió con los presidentes de ambas naciones para discutir inversiones económicas y un mejor combate al contrabando y la corrupción.
El aumento de migrantes en la frontera se ha convertido en uno de los mayores desafíos en los primeros meses del gobierno de Biden, una situación de la cual los republicanos buscan obtener una ventaja política. Los sondeos indican que los estadounidenses no aprueban las posturas migratorias de Biden tanto como sus políticas económicas o sus medidas para combatir la pandemia de COVID-19.
Han intentado convertir a Harris en el rostro de dicha política migratoria, asegurando que tanto ella como Biden están ignorando el tema, ya que aún no han visitado la frontera sur de Estados Unidos. Harris dijo a los reporteros que se enfoca en resultados “tangibles” y “no en los gestos”.
Harris y sus asistentes han intentado dejar claro que su misión se enfoca en encontrar soluciones diplomáticas al problema en la frontera.
Sin que se le pidiera juzgar el resultado, dijo: “¿Pienso que este viaje fue un éxito? Así lo creo. Es un éxito en términos de un camino hacia el progreso. Hemos tenido éxito al lograr progreso”.
Después de su reunión con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el gobierno estadounidense anunció una serie de acuerdos entre ambas naciones, incluyendo un compromiso por 130 millones de dólares durante los próximos tres años para apoyar reformas laborales en México y créditos para impulsar la economía en el sur de México.
El gobierno de Biden dijo que la reunión produjo un acuerdo para establecer en septiembre un diálogo económico en materia comercial, de telecomunicaciones y cadenas de suministro. Además, ambas naciones también conformarán una alianza en contra del tráfico de personas y en favor de programas económicos que atiendan los motivos por los que las personas migran desde El Salvador, Honduras y Guatemala rumbo a Estados Unidos.
Al inicio de su reunión, Harris le dijo a López Obrador que los dos países se “embarcan en una nueva era” y enfatizó la añeja “interdependencia e interconexión” de las dos naciones.
Harris también se reunió con un grupo de emprendedoras y sostuvo una mesa redonda con líderes laborales en México antes de partir rumbo a Washington.
Su breve gira tuvo una escala inicial el lunes en Guatemala, donde se reunió con el presidente Alejandro Giammattei. Para coincidir con el encuentro, el gobierno de Biden anunció una serie de nuevos compromisos para combatir el contrabando y la corrupción, así como inversiones para el desarrollo económico del país centroamericano.
Sin embargo, algunos demócratas criticaron a la vicepresidenta el lunes, cuando envió un mensaje directo a aquellos que sopesan la posibilidad de iniciar el peligroso trayecto hacia la frontera sur de Estados Unidos: “No vengan”, en repetidas ocasiones.