CIUDAD DE MÉXICO.- Los cuerpos de otros tres mineros fueron extraídos el domingo de una pequeña mina de carbón en el estado mexicano de Coahuila, con lo que aumentó a cuatro el número de muertos confirmados después de la inundación y desplome parcial del tiro.
Hay otros tres mineros desaparecidos, y se les sigue buscando.
Los mineros fallecidos fueron encontrados en la pequeña mina de carbón de Micarán en Coahuila, fronterizo con Estados Unidos, un estado en el que desde hace años hay quejas sobre las condiciones inseguras de este tipo de minas.
La coordinación nacional de Protección Civil señaló que los equipos de rescate habían trabajado toda la noche. En un principio, las autoridades informaron que seis mineros habían quedado atrapados, pero el gobierno de Coahuila confirmó el domingo que había siete en la mina al momento del accidente.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se había roto una presa o estanque, lo que provocó la inundación.
Las labores de rescate están enfocadas en bombear el agua para sacarla de la mina. El Ejército desplegó a un equipo de 28 miembros que se especializa en la búsqueda de víctimas en derrumbes, y está utilizando dos perros entrenados.
La mina de Micarán, ubicada en el municipio de Múzquiz, aparentemente es un pozo abierto estrecho y profundo, con muros de tierra inclinados y al menos un túnel en la excavación inferior. La zona se ubica unos 130 kilómetros (80 millas) al suroeste de Eagle Pass, Texas.
No es la primera vez que hay un accidente letal en las minas de carbón de la zona. El 19 de febrero de 2006 ocurrió uno en la mina de Pasta de Conchos — en la localidad cercana de Sabinas — en el que perdieron la vida 65 mineros, aunque sólo se recuperaron dos cuerpos.
Las autoridades mexicanas suspendieron esa búsqueda y cerraron la mina cinco días después del accidente, argumentando que era inseguro continuarla debido a la presencia de gases tóxicos.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro publicó una carta de los familiares de los mineros que murieron en Pasta de Conchos, en la que señalan que las minas de carbón de la zona suelen violar las normas de seguridad.
Los familiares dijeron que uno de los cuerpos recuperados de la mina de Micarán era de un minero que se había quejado sobre las condiciones de seguridad del lugar.
Lamentamos mucho su muerte porque fue el valiente minero que denunció esa mina en octubre”, escribió la Organización Familias Pasta de Conchos en un comunicado. “Él intentaba salvar su vida y la de sus compañeros”.
El grupo de familiares ha revisado las condiciones de seguridad en un gran número de minas desde 2006 y ha reportado que al menos 100 mineros han fallecido en accidentes de trabajo desde el incidente de Pasta de Conchos. En inspecciones recientes, aseguraron, encontraron a mineros que trabajaban con zapatos deportivos y sin equipo de seguridad, agua potable ni monitores de niveles de gas.
Lamentablemente la regla sigue siendo que las empresas operan en condiciones deplorables”, escribió el grupo. “Se ha permitido durante décadas que los empresarios operen sin cumplir las leyes”.
Muchas de las minas más pequeñas de Coahuila tienen troncos y tejados de hojalata utilizados para apuntalar los túneles. Los mineros descienden sobre baldes para carbón tirados por motores de vehículos.
Es un asunto importante para López Obrador, quien ha prometido justicia para las familias de los mineros, mientras que al mismo tiempo incrementa la cantidad de carbón que el gobierno adquiere para su consumo en plantas eléctricas. López Obrador escribió en sus cuentas en las redes sociales que las fuerzas federales están apoyando las labores, y señaló: “Deseamos que el rescate sea favorable para las familias y para todos”.