JERUSALÉN.- El grupo extremista Hamas lanzó el lunes un ataque con misiles contra Jerusalén luego de que cientos de palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con policías israelíes en una mezquita, lo cual agravó las tensiones en la ciudad sagrada y acrecentó la posibilidad de que se desate una guerra en la región.
Israel respondió con bombardeos en toda la Franja de Gaza, donde fallecieron 20 personas, entre ellas nueve niños. Más de 700 palestinos resultaron heridos en choques con fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén y Cisjordania, incluyendo casi 500 que recibieron atención en hospitales.
Fue un largo día de ira y violencia letal que dejó al descubierto las profundas divisiones en Jerusalén, incluso luego de que Israel intentó conmemorar la captura del sector oriental de la ciudad y sus sitios sagrados hace más de medio siglo. Decenas de cohetes seguían volando hacia Israel durante la noche, ante lo cual el primer ministro Benjamin Netanyahu se reunió con altos funcionarios de seguridad y advirtió que los combates podrían prolongarse, a pesar de las exhortaciones de Estados Unidos, la Unión Europea y otros para que se suspendan las hostilidades.
Las organizaciones terroristas en Gaza han cruzado una línea roja y nos atacaron con misiles en las afueras de Jerusalén”, declaró Netanyahu. “Quienquiera que nos ataque pagará un precio muy alto”, sostuvo, y advirtió que los combates podrían “continuar por cierto tiempo”.
Para el lunes por la noche, las fuerzas armadas israelíes habían llevado a cabo decenas de bombardeos en toda Gaza, atacando lo que dijeron eran instalaciones militares y operadores de Hamas. Reportaron haber dado en el blanco en un túnel, baterías lanzamisiles y cuando menos ocho extremistas.
Funcionarios de salud de Gaza no ofrecieron más desgloses sobre las víctimas. Al menos 13 de los 20 fallecimientos en Gaza fueron atribuidos a los bombardeos. Siete de los muertos eran miembros de una familia que fallecieron en una explosión en el poblado de Beit Hanoun, en el norte. Tres de esas víctimas eran niños. De momento no queda claro si la explosión fue causada por un ataque aéreo o por un misil errante.
Poco antes de la medianoche, el Ejército israelí indicó que al menos 150 cohetes habían sido disparados hacia Israel. Eso incluyó una andanada de seis cohetes dirigidos a Jerusalén, a unos 100 kilómetros (60 millas) de distancia. Poco después comenzaron a sonar las sirenas en toda Jerusalén, y podían escucharse explosiones en lo que se presume es el primer ataque de su tipo contra la ciudad desde 2014.
Decenas de misiles fueron interceptados por el sistema Domo de Hierro de Israel. Pero uno cayó cerca de una vivienda en las afueras de Jerusalén, causándole daños ligeros a la estructura y desatando un incendio de la maleza. En el sur de Israel, un israelí resultó con heridas menores después de que un misil alcanzó un vehículo.
En un comunicado emitido el martes en la madrugada, el líder de Hamas Ismail Haniya dijo que los ataques con misiles continuarán hasta que Israel suspenda “todas las escenas de terrorismo y agresión en Jerusalén y en la mezquita de Al-Aqsa”.
La mezquita se encuentra en un complejo en la cima de una colina, el tercer sitio más sagrado del islam y el más sagrado del judaísmo.
En el pasado, las tensiones en el lugar, conocido por los musulmanes como el Noble Santuario y por los judíos como el Monte del Templo, ya han derivado en brotes de violencia repetidas veces.