NUEVA YORK.- Bernie Madoff, el financista que tramó la mayor estafa piramidal en la historia y fue condenado a 150 años de cárcel, falleció en prisión el miércoles a los 82 años.
Madoff falleció en el Centro Médico Federal de Butner, Carolina del Norte, indicaron su abogado y el Buró de Prisiones.
Su muerte se debió a causas naturales, dijo a The Associated Press una persona familiarizada con el asunto. La persona no estaba autorizada a hablar en público y habló con la AP bajo condición de anonimato.
El año pasado, los abogados de Madoff solicitaron a las autoridades permitir que su cliente fuera excarcelado debido a la pandemia del coronavirus, pues sufría de atrofia renal terminal y otros malestares médicos crónicos. El pedido fue denegado.
Madoff admitió haber desfalcado a miles de personas por miles de millones de dólares durante varias décadas, mediante una estafa piramidal tipo Ponzi.
Un esquema Ponzi es una forma de estafa que atrae a los inversores y paga utilidades a los inversores anteriores con fondos de inversores más recientes. El esquema lleva a las víctimas a creer que las ganancias provienen de actividades comerciales legítimas (por ejemplo, ventas de productos y/o inversiones exitosas), y desconocen que otros inversores son la fuente de los fondos. Puede mantener la ilusión de un negocio sustentable siempre que los nuevos inversores contribuyan con nuevos fondos, y siempre que la mayoría de los inversores no exijan el reembolso total y sigan creyendo en los activos inexistentes que supuestamente poseen.
Un apoderado designado por el tribunal ha logrado recuperar más de 13 mil millones de los 17 mil 500 millones de dólares que Madoff se robó. Al momento de su arresto, los negocios de Madoff estaban engañando a sus clientes con balances bancarios falsos, asegurándoles activos de 60 mil millones de dólares.
Durante décadas, Madoff gozó de una reputación estelar en el mundo de las finanzas como alguien que lograba acumular grandes fortunas a pesar de los altibajos naturales del mercado. El otrora presidente de la bolsa Nasdaq atraía a una gran cantidad de inversionistas leales, desde ancianos jubilados en Florida a celebridades como el director de cine Steven Spielberg, el actor Kevin Bacon y el beisbolista Sandy Koufax.
Sin embargo, en 2008 se descubrió que sus negocios no eran sino una estafa piramidal que hizo desaparecer los ahorros de los clientes y dejó en la ruina a fundaciones y organizaciones caritativas. Era tan detestado que tenía que ir al tribunal con chaleco antibalas.
En marzo de 2009, Madoff se declaró culpable de fraude financiero y otros cargos, expresándose “profundamente arrepentido y apenado”.
Tras estar bajo arresto domiciliario en su cómodo apartamento en Manhattan durante varios meses, fue llevado a la cárcel esposado ante los aplausos de los enfurecidos inversionistas que habían acudido al tribunal.
Robó dinero a los ricos, a los pobres y a los de en medio. No tenía moral”, declaró el exinversionista Tom Fitzmaurice al juez durante el juicio. “Robó el dinero a sus víctimas para que él y su esposa pudieran vivir una vida de lujo increíble”.
Madoff recibió la mayor condena posible: 150 años de cárcel. El abogado de Madoff en los últimos años, Brandon Sample, dijo en un comunicado el miércoles que el financiero “vivió con culpa y remordimiento por sus crímenes” hasta su muerte.