WASHINGTON.- Es hijo de una mexicana y, por ley, mexicano. Xavier Becerra es procurador de California y el presidente electo, Joe Biden, lo escogió para que sea su secretario de Salud, colocando a un defensor de la Ley de Cuidado de Salud Asequible en un papel de liderazgo para supervisar la respuesta de su gobierno al coronavirus.
Si el Senado lo confirma, Becerra, de 62 años, será el primer hispano en encabezar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus iniciales en inglés), una agencia que maneja un presupuesto superior al billón de dólares con 80 mil empleados y un área de responsabilidad que incluye fármacos y vacunas, investigación médica de vanguardia y programas de seguros de salud que cubren a más de 130 millones de estadounidenses.
Su madre es originaria del estado mexicano de Jalisco, y emigró a Estados Unidos después de casarse con su padre.
La selección de Becerra fue confirmada por dos personas al tanto de la decisión, que hablaron a condición de guardar el anonimato antes del anuncio formal previsto para esta semana.
Como secretario de Justicia de California, Becerra ha encabezado a una coalición de estados demócratas que han defendido el “Obamacare” de los intentos más recientes del gobierno del presidente Donald Trump por derogarlo, un caso legal que aguarda una decisión de la Corte Suprema el próximo año.
Ex alto miembro de la Cámara de Representantes, Becerra participó en hacer avanzar en el Congreso la ley de salud promovida por el presidente Barack Obama en 2009 y 2010. En esa época Becerra le decía a los reporteros que una de sus principales motivaciones era que había miles de personas sin seguro médico en su distrito del sur de California.
Supervisar la respuesta a la pandemia de coronavirus será la labor más complicada que haya enfrentado. Para el próximo año, Estados Unidos estará en una campaña de vacunación masiva, cuyas bases se establecieron durante el gobierno de Trump. Aunque las vacunas lucen muy prometedoras, y no se han escatimado acciones en el plan de distribución, es imposible saber cómo se desarrollará la situación cuando llegue el momento de inocular a millones de estadounidenses.
La labor clave del HHS es aterrizar la respuesta del gobierno al coronavirus. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) supervisa las vacunas y tratamientos, mientras que gran parte de la investigación médica y científica de trasfondo proviene de los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus iniciales en inglés). Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés) encabezan las labores de detección y contención de dolencias. Los Centros de Servicios de Medicare y Medicare proveen cobertura de seguros para más de 1 de cada 3 estadounidenses, incluyendo ancianos vulnerables, al igual que menores de edad y personas de escasos recursos.
Durante el gobierno de Trump, los CDC fueron relegados a un papel menor después de que científicos de la agencia emitieron una severa advertencia a principios de la pandemia que contradecía las garantías de Trump de que el virus estaba bajo control, lo que sacudió a los mercados financieros. La FDA fue objeto de repetidos ataques por parte de un presidente que sospechaba que sus científicos tenían motivos políticos y de los que quería que dieran el visto bueno a tratamientos no comprobados.
Como secretario de Justicia de California, Becerra llegó a ser conocido entre los círculos legales demócratas como el hombre que más demandó a Trump. Además de la ley de salud, los litigios giraban en torno a temas que iban desde la inmigración hasta las políticas ambientales.
Antes de convertirse en procurador de California, Becerra se desempeñó durante más de una década en el Congreso, representando a sectores del condado Los Ángeles. También trabajó en la asamblea estatal de California después de acudir a la facultad de derecho en Stanford.