CANCÚN.- El huracán Delta ingresó el miércoles en el Golfo de México y se dirigía hacia Luisiana, después de tocar tierra justo al sur del centro turístico mexicano de Cancún, derribando árboles y cortando la electricidad a los residentes de las costas de la península de Yucatán, repleta de centros turísticos.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami, informó que el ojo del huracán de categoría 2 se centraba a unos 110 kilómetros (unas 65 millas) al este-noreste de Puerto Progreso, justo en el extremo norte de la península. Delta tenía vientos máximos sostenidos de 155 km/h (100 mph), pero se esperaba que ganara fuerza nuevamente antes de azotar la costa de Estados Unidos en el Golfo.
Según los pronósticos, Delta podría tocar tierra, posiblemente como huracán de categoría 3, el viernes al sur de Morgan City, Luisiana.
El vórtice del Delta llegó a tierra alrededor de las 5:30 de la mañana, hora local, con vientos máximos sostenidos de 175 km/h (110 mph). Las autoridades dijeron no tener reportes de muertos o de heridos, pero el meteoro obligó a cientos de turistas a trasladarse a refugios para tormentas. Unos 266 mil clientes de la estatal Comisión Federal de Electricidad, o alrededor de un tercio del total en la península de Yucatán, se quedaron sin energía, al menos parcialmente.
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, dijo el miércoles que lo peor del huracán pasó y que los hoteles que no sufrieron daños graves podrían comenzar a traer a sus huéspedes desde los refugios donde pasaron la noche. Recalcó que el mayor problema fueron las ramas y los árboles caídos que derribaron líneas eléctricas o bloquearon carreteras.
El funcionario de defensa civil Luís Alberto Vázquez dijo que unas 39.000 personas fueron evacuadas en los estados de Quintana Roo y Yucatán, y que unas 2.700 personas fueron a refugios para tormentas en los dos estados.
El miércoles por la mañana, los huéspedes del hotel Fiesta Americana Condesa amanecieron en las aulas sofocantes del Instituto Tecnológico de Cancún, a donde fueron trasladados el martes.
Todas las ventanas fueron cubiertas con madera contrachapada para protegerlas del huracán, por lo que no pudieran ver lo que estaba sucediendo afuera, pero dijeron que los vientos aulladores comenzaron alrededor de las 2 de la madrugada y que llovió mucho. La electricidad, y con ella el aire acondicionado, se cortó la madrugada del miércoles, por lo que todo estaba empañado cuando los turistas usaban la luz de sus teléfonos celulares al levantarse y tomar una primera taza de café.
Lo difícil ha sido esperar”, dijo Ana Karen Rodríguez, de Monterrey. Ella y un amigo llegaron a Cancún el martes por la mañana y por la tarde fueron trasladados al refugio. Dijo que el hotel hizo planes con anticipación y todo lo posible para que los huéspedes estuvieran cómodos.
Durante la noche del martes, el meteoro pasó antes por las inmediaciones de Cuba donde dejó 14 mil evacuados, residentes de zonas bajas que debieron refugiarse sobre todo en las occidentales localidades de Pinar del Río y la Isla de la Juventud, indicaron las autoridades.
Se informó que el tabaco —un rublo exportable de esa región del país— fue protegido junto con alimentos varios y ganado. No se reportaron pérdidas de vidas, ni daños materiales de consideración. Igualmente, se informó de una saturación de embalses y suelos que ya habían recibido un septiembre muy húmedo, pero el miércoles la vida volvía a su curso normal con chubascos intermitentes cada vez más esporádicos.