MIAMI.- Las autoridades emitieron el viernes en la noche una alerta por huracán para las costas de Texas, mientras la tormenta tropical Beta seguía ganando fuerza en el Golfo de México durante una temporada de huracanes excepcional en el Océano Atlántico.
Beta estaba a 495 kilómetros (305 millas) al este de la desembocadura del río Bravo y tenía vientos máximos sostenidos de 95 km/h (60 mph), señaló el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) en un aviso. Los meteorólogos esperan que la tormenta se convierta en un huracán el domingo.
La alerta por huracán abarca desde Port Aransas a High Island, ambos en Texas.
También hay un aviso por marejada ciclónica entre Port Mansfield, Texas y High Island, y otro por tormenta tropical de Port Aransas a la desembocadura del río Bravo, y desde el este de High Island a Morgan City, Luisiana.
La previsión apunta a una marejada ciclónica de hasta 1.2 metros (4 pies) en partes de la costa texana. Se prevé que la tormenta lleve asociados fuertes vientos y precipitaciones, oleaje peligroso y corrientes de resaca.
Los meteorólogos se quedaron sin letras del alfabeto tradicional para nombrar a las tormentas antes el viernes y recurrieron al griego por segunda vez desde la década de 1950.
Alpha era un ciclón postropical el viernes luego de arrojar lluvia sobre Portugal. La tormenta tropical Wilfred seguía sobre el mar pero a mil 340 kms (830 millas) al oeste-suroeste de Cabo Verde con vientos máximos sostenidos de 65 km/h (40 mph).
Por otra parte, Teddy seguía siendo un potente huracán el viernes en la noche, con vientos máximos sostenidos de 215 km/h (130 mph). El vórtice del meteoro estaba a mil 170 kms (730 millas) al sureste de Bermuda, menos de una semana después de que el huracán Paulette tocase tierra en el territorio británico. Se espera que las marejadas causadas por Teddy se dejen sentir en las Antillas mayores y menores y en Bahamas, y que el sábado se expandirán a Bermuda y la costa este de Estados Unidos.
Partes de la costa de Alabama y del Panhandle de Florida seguían recuperándose de los efectos del huracán Sally que barrió la zona el miércoles. El sistema causó al menos dos fallecidos y cientos de miles de personas seguían sin suministro eléctrico el viernes en la noche.