BRASILIA. Un enorme incendio arde en varios pantanos y parques nacionales de Brasil, despidiendo una nube de humo negro tan espesa que oculta el sol.
Unas 1,5 millones de hectáreas (casi 5 mil 800 millas cuadradas) están incendiándose en la región de Pantanal desde agosto, según cálculos preliminares de la Universidad Federal de Río de Janeiro, basados en imágenes satelitales. El área es comparable a la que está siendo afectada actualmente por las llamas en California y, además, es mucho mayor al récord anterior, registrado en la temporada de incendios del 2005.
El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, cuyos satélites captan la magnitud de las llamas, señaló que los incendios en Pantanal los primeros 12 días de septiembre fueron de casi el triple de lo que abarcaron en ese mismo período del año pasado. Entre enero y agosto, el número de incendios más que se triplicó, llegando a 10 mil.
Fernando Tortato, quien vive y trabaja en la cercana reserva de Encontro Das Aguas desde el 2008, dice que nunca ha visto el fuego tan grande como este año.
Es un área inmensa que ha sido quemada y consumida por las llamas, y todavía faltan dos, tres o cuatro semanas sin lluvia”, señaló.
Bomberos, soldados y voluntarios han estado tratando de rescatar jaguares y otros animales que están amenazados por las llamas, agravadas por la peor sequía en 47 años, fuertes vientos y temperaturas superiores a los 40 grados centígrados (104 Fahrenheit).
Aunque se considera que la mayor parte de los incendios en la región de la Amazonía hacia el norte se deben a la tala ilegal, la minería y las operaciones agrícolas, un portavoz de los bomberos del estado de Mato Grosso, el teniente coronel Sheila Sebalhos, dijo que una de las causas de los incendios de este año en el Pantanal es la práctica de quemar raíces para generar humo y obligar a las abejas silvestres a salir de sus colmenas, para luego extraer la miel.
En el Pantanal viven miles de especies de plantas y animales, incluyendo 159 mamíferos, y en abundan los jaguares, según la organización ambientalista Fondo Mundial para la Naturaleza. Durante la temporada de lluvias, los ríos se desbordan e inundan la tierra, haciendo que la mayor parte de ella sólo sea accesible por avión o bote. En la temporada seca, los amantes de la vida silvestre acuden en gran número a ver a los elusivos jaguares descansar en las márgenes de los ríos, al igual que las guacamayas, los caimanes y los capibaras.
Unos 200 jaguares en el área ya han resultado lesionados, han muerto o han tenido que huir de sus territorios debido a los incendios, según Panthera, una organización internacional de conservación de felinos silvestres.
Los bomberos y el ministerio ambiental de Mato Grosso han creado un centro para animales rescatados.
Nos sentimos un poco desalentados, pero tratamos de tener esperanzas de rescatar a los pocos animales que podamos”, dijo la veterinaria Karen Ribeiro, de 26 años, que el viernes atendía a un ave lesionada.
Ese mismo día, la Armada de Brasil utilizó un helicóptero para rescatar a un cachorro de jaguar quemado y llevarlo a un hospital veterinario.