CORPUS CHRISTI, Texas.- El huracán Hanna tocó tierra a la altura de Padre Island, dio vuelta, regresó al mar y volvió a ingresar a Texas por segunda vez alrededor de las 6:15 de la tarde en el este del condado Kenedy, a unos 24 kilómetros (15 millas) al norte-noroeste de Port Mansfield.
Para el sábado en la tarde, Hanna, el primer huracán de la temporada en el Atlántico, tenía vientos máximos sostenidos de 145 km/h (90 mph).
Poco antes, la tormenta había azotado en Padre Island, a unos 24 kilómetros (15 millas) al norte de Port Mansfield, que a su vez se ubica a unos 209 kilómetros (130 millas) al sur de Corpus Christi y a unos 113 kilómetros (70 millas) al norte de Brownsville.
Muchas partes de Texas, incluida la zona donde Hanna tocó tierra, enfrentan en las últimas semanas un aumento de contagios de Covid-19, pero las autoridades locales aseveraron estar preparadas para lo que la tormenta pudiera causar.
El alcalde de Corpus Christi, Joe McComb, dijo el sábado haber visto a algunos habitantes comprando cosas de último minuto, pero advirtió que si eso no se hubiera hecho, la gente habría tenido que quedarse en casa y capear la tormenta.
Nos hemos quedado en casa durante cinco meses debido al coronavirus… Así que quedarse en casa no suena agradable, pero en este momento es en verdad un asunto importante”, subrayó McComb, quien agregó que los habitantes deben recordar el uso de mascarillas si desalojan sus casas.
El gobernador Greg Abbott dijo el sábado que se dará albergue en hoteles para que la gente pueda estar separada.
No podemos permitir que este huracán conduzca a un evento más catastrófico y mortal, avivando una propagación adicional de Covid-19 que pueda propiciar fallecimientos”, agregó.
En la ciudad mexicana de Matamoros, Tamaulipas, frente a Brownsville, Texas, voluntarios estaban pendientes de Hanna, preocupados de que la tormenta pudiera afectar un campamento improvisado de migrantes cerca del río, donde unos mil 300 solicitantes de asilo, entre ellos recién nacidos y ancianos, están a la espera de una respuesta de acuerdo con una política estadounidense de inmigración conocida como “Permanecer en México”.