WASHINGTON.- Las elecciones de noviembre no pintan bien para Donald Trump, al menos eso es lo que dicen las encuestas.
Según el estudio de Harvard CAPS-Harris el ex vicepresidente Joe Biden y el senador Bernie Sanders, derrotarían al presidente Donald Trump, en los comicios de noviembre.
Biden, quien lleva más delegados acumulados, aventajaría a Trump en diez puntos (55-45 por ciento) gracias al impulso de los independientes, según el estudio de Harvard CAPS-Harris.
Además, Biden tendría 96 por ciento de apoyo de los demócratas, mientras que Trump tiene 89 por ciento de los republicanos. Los independientes apoyan a Biden por 54 contra 46 por ciento.
Sanders, rival de Biden por la nominación del Partido Demócrata, también se impondría a Trump por 53-47 por ciento. Biden aventaja a Sanders en las encuestas por 36 puntos: 58 frente a 31 por ciento.
En cuanto a la aprobación de Trump, se sitúa en 48 por ciento, muy cerca de su máximo histórico, 49 por ciento. Cuestionados sobre sus mayores preocupaciones, el coronavirus es la principal, y 50 por ciento apoya la gestión de Trump al respecto.
El estudio se basa en dos mil 410 entrevistas a votantes registrados de todo el país que se realizaron entre el 24 y el 26 de marzo y tiene un margen de error de dos puntos.
Ambos precandidatos demócratas están resguardados en sus viviendas debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus, pero no han perdido tiempo para acercarse a sus seguidores.
Estoy lidiando con una maldita crisis mundial”, respondió el senador por Vermont a un reportero que hace dos semanas le preguntó si pensaba dejar la campaña, tomando en cuenta las derrotas que acumuló en las elecciones primarias.
Sin embargo, su equipo afirmó que si se celebra un debate en abril, Sanders sí participará.
El Comité Nacional Demócrata no se ha pronunciado sobre alguna fecha y lugar para llevar a cabo otro encuentro entre los precandidatos.
El último debate se realizó el 15 de marzo en Arizona, pero estaba programado en Washington, DC. Lo cambiaron de sede con el fin de que Biden y Sanders, así como sus equipos, no tuvieran que trasladarse.