LONDRES.- Google perdió el martes su último recurso legal contra una sanción de la Unión Europea por dar a sus propias recomendaciones de compras una ventaja ilegal sobre sus rivales en los resultados de búsqueda, cerrando así a una disputa antimonopolio que se salda con una multa cuantiosa.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ratificó la decisión de un tribunal inferior y desestimó la apelación de la empresa contra una sanción de 2 mil 400 millones de euros (2 mil 700 millones de dólares) de la Comisión Europea, la máxima autoridad antimonopolio del bloque de 27 naciones.
En su decisión original de 2017, la Comisión acusó al gigante de Silicon Valley de dirigir injustamente a los usuarios a su propio servicio Google Shopping en detrimento de sus competidores. Fue una de las tres sanciones multimillonarias que la UE impuso a Google la década pasada, cuando Bruselas empezó a intensificar sus controles a la industria tecnológica.
Estamos decepcionados con la decisión del tribunal, que se refiere a un conjunto muy específico de hechos”, dijo la empresa en un breve comunicado.
Google introdujo cambios para cumplir con la decisión de la Comisión que le obligaba a tratar a los competidores en igualdad. La empresa empezó a celebrar subastas para los listados de búsqueda de compras en las que pujaba junto a otros servicios de comparación de precios.
Nuestro enfoque ha funcionado con éxito durante más de siete años, generando miles de millones de clicks para más de 800 servicios de comparación de precios”, agregó Google.
Al mismo tiempo, recurrió la decisión ante los tribunales. Pero el Tribunal General de la Unión Europea, la sección inferior de la corte, rechazó su apelación en 2021 y un asesor del Tribunal de Justicia recomendó más tarde a la institución que desestimase el recurso.
La Organización Europea de Consumidores celebró la decisión judicial y afirmó que demuestra que la legislación de competencia del bloque “sigue siendo muy relevante” en los mercados digitales.
Google perjudicó a miles de consumidores europeos al garantizar que los servicios de comparación de precios rivales fuesen prácticamente invisibles”, apuntó el director general del grupo, Agustín Reyna. “Las prácticas ilegales de Google impidieron el acceso de los consumidores a precios potencialmente más bajos y a información útil sobre productos de servicios de comparación de precios rivales en todo tipo de productos, desde ropa a lavadoras”.