HOUSTON.- Desde tiempos inmemoriales, la luna ha sido objeto de fascinación, misterio y fuente de inspiración para la humanidad. Este satélite natural de la Tierra, visible en nuestro cielo nocturno, tiene dos caras: la visible, bañada por la luz del sol, y su misterioso “lado oscuro”, que nunca vemos desde nuestro planeta.
Este fenómeno se debe a la sincronización entre los periodos de rotación y de traslación de la Luna alrededor de la Tierra, un fenómeno conocido como rotación sincrónica. Esta sincronización hace que siempre veamos la misma cara de la Luna, mientras que su “lado oscuro” permanece oculto a la vista.
El término “lado oscuro” de la Luna es en realidad un malentendido. Este lado de la Luna no está permanentemente en la oscuridad. Recibe luz solar durante la fase de luna nueva, cuando la cara visible desde la Tierra está en sombras. Sin embargo, el término ha capturado la imaginación popular, alimentando numerosos mitos y leyendas, y hasta sirviendo de inspiración para la música.
En 1973, la banda británica Pink Floyd lanzó su icónico álbum «The Dark Side of the Moon». Según los miembros de la banda, el título es una metáfora de la locura y el misterio inherente a la naturaleza humana, conceptos que se reflejan en la inaccesibilidad y la oscuridad del lado oculto de la Luna.
Científicamente, el lado oscuro de la Luna no es tan inaccesible como se podría pensar. En 1959, la sonda Luna 3 de la antigua Unión Soviética fue la primera en capturar imágenes de esta cara oculta. Aunque las imágenes eran granuladas y de baja resolución, revelaron un paisaje lunar muy diferente al que estamos acostumbrados a ver.
Desde entonces, varias misiones espaciales han explorado más a fondo el lado oscuro de la Luna. En los años 60 y 70, las misiones Apollo de la NASA dejaron varios espejos retroreflectores en la superficie lunar.
En contraste con la cara visible, llena de vastas planicies oscuras conocidas como mares, el lado oscuro de la Luna está lleno de cráteres y tiene pocas planicies.
Este descubrimiento cambió nuestra comprensión de la Luna y ha alimentado la curiosidad científica y la imaginación popular durante décadas.
La Luna 3 fue equipada con una cámara de dos lentes, un escáner y una unidad de procesamiento automático. La cámara estaba diseñada para resistir las extremas condiciones de radiación y temperatura del espacio. La sonda logró capturar 29 imágenes durante un lapso de 40 minutos, aunque debido a problemas de transmisión, solo se pudieron recuperar 17 de ellas.
Hoy en día, con los avances en tecnología espacial, la exploración del lado oscuro de la Luna está al alcance de nuestras manos. Se están planificando nuevas misiones para analizar más a fondo su geología y evaluar la posibilidad de establecer bases humanas. La cara oculta de la Luna sigue siendo una fuente de misterio y fascinación y su exploración puede abrir nuevas fronteras en nuestro entendimiento del universo.
En la foto, la Luna sobre los dos Laredos, tomada por Jorge Vargas este miércoles 21 de febrero.