Los nachos nacieron en Piedras Negras

PIEDRAS NEGRAS.- La gastronomía mexicana es reconocida mundialmente por su diversidad, sabor y creatividad. A lo largo de los años, muchos han sido los que han contribuido a este rico patrimonio, pero pocos han creado algo tan icónico y universal como Ignacio Anaya García. Hoy, en lo que sería su cumpleaños, rendimos homenaje al genio detrás de uno de los aperitivos más famosos del mundo: los nachos.

DELICIA NACIDA EN LA FRONTERA

Originario de Coahuila, Ignacio, o «Nacho» como le decían cariñosamente, no solo llevó la pasión de la cocina en su corazón sino que también llevó su nombre impregnado en su creación más famosa. En 1943, en el Club Victoria de Piedras Negras, Coahuila, un grupo de esposas de militares estadounidenses buscaban algo para picar. Ante la ausencia del chef, Nacho improvisó y nació el “Nachos especiales”.

La innovación de Ignacio no tardó en ganar popularidad. En 1949, los nachos ya estaban en un libro de cocina americano y, para 1960, García abrió su propio restaurante, «El Nacho». Desde su humilde comienzo en un pequeño restaurante de Coahuila hasta su introducción masiva en el estadio de Arlington en Texas en 1976, los nachos se han convertido en una de las delicias más populares del mundo.

Aunque García no patentó su creación, su nombre ha quedado inmortalizado en la historia de la gastronomía. Cada octubre, Piedras Negras alberga el Festival Internacional del Nacho y ha erigido una placa en su honor, recordando el delicioso legado de un hombre y su pasión por la cocina.

UN SNACK QUE TRASPASÓ FRONTERAS

Desde su invención en 1943, los nachos se propagaron rápidamente, conquistando paladares más allá de las fronteras de México. Con el paso de los años, diferentes versiones surgieron, adaptándose a las preferencias y a la cultura de diversas regiones. Desde su versión más pura, con solo queso y jalapeños, hasta las interpretaciones más elaboradas con carne, guacamole, frijoles y crema agria.

En 1976, el Arlington Stadium en Texas introdujo una versión masiva de los nachos, utilizando una salsa de queso líquido que se servía desde grandes latas. Rápidamente, estos nachos se convirtieron en un fenómeno, superando en ventas incluso al clásico popcorn. Esta adaptación mostró una vez más la versatilidad y el atractivo universal de la creación de García.

EL LEGADO DE IGNACIO ANAYA GARCÍA

García, a pesar de su revolucionaria creación, fue humilde. Rechazó patentar los nachos, alegando que simplemente era «un snack para mantener a mis clientes felices y bien alimentados». Sin embargo, su contribución a la gastronomía ha sido reconocida y celebrada tanto en su ciudad natal como en el resto del mundo. El Festival Internacional del Nacho y una placa conmemorativa en Piedras Negras son testimonio del impacto duradero de su invención.

A lo largo de los años, muchas delicias culinarias han nacido y desaparecido, pero los nachos han demostrado ser eternos. Su simplicidad y sabor inigualable los han mantenido en el corazón de muchos. Hoy, mientras celebramos el nacimiento de Ignacio Anaya García, es imposible no agradecerle por esta joya gastronómica que ha deleitado a generaciones y que, sin duda, seguirá haciéndolo en el futuro. En 2019 Google le dedicó un Doodle a este ejemplar mexicano.

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