LOS ÁNGELES.- Los líderes del Sindicato de Actores de Hollywood votaron el jueves para unirse a los guionistas en la primera huelga conjunta en más de seis décadas, parando la producción de la industria del entretenimiento, después de que fracasaron las negociaciones para un nuevo contrato con los estudios y los servicios de streaming.
Duncan Crabtree-Ireland, director ejecutivo del Sindicato de Actores de la Pantalla-Federación Estadounidense de Artistas de Televisión y Radio (SAG-AFTRA), dijo en una conferencia de prensa que los líderes sindicales votaron a favor del paro laboral horas después de que expirara su contrato y terminaran las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP por sus siglas en inglés) que representan a sus empleadores, incluidos Disney, Netflix, Amazon y otros.
La huelga es un instrumento de último recurso», dijo.
Los líderes sindicales señalaron en la conferencia que votaron unánimemente a favor de que la huelga comenzara a la medianoche. Afuera de las oficinas de Netflix en Hollywood, los guionistas en paro gritaron: «¡Paguen a sus actores!», inmediatamente después del anuncio de la huelga.
Es la primera huelga de actores de cine y televisión desde 1980. Y es la primera vez que dos grandes sindicatos de Hollywood están en paro al mismo tiempo desde 1960, cuando Ronald Reagan era presidente del gremio de actores.
Antes de que comenzaran las negociaciones el 7 de junio, 65 mil actores votaron abrumadoramente por la huelga, como lo hizo el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos cuando expiró su contrato hace más de dos meses.
Cuando se acercó la fecha límite inicial a fines de junio, más de mil miembros del sindicato, incluidos Meryl Streep, Jennifer Lawrence y Bob Odenkirk, agregaron sus nombres a una carta que indicaba a los líderes su disposición a la huelga.
Lo que estaba en juego en las negociaciones incluía tanto el pago base como las regalías, que según los actores se han visto socavadas por la inflación y el ecosistema de los servicios de streaming, también pedían revisar sus beneficios y la amenaza del uso no regulado de la inteligencia artificial.