CIUDAD JUÁREZ.- «¡Es ilegal cruzar por aquí!», «¡No se les va a permitir la entrada, entiendan por favor!», grita un soldado de Estados Unidos apoyado por un altavoz, mientras los migrantes cruzan el río Bravo.
Al vencer el agua helada del afluente se topan con más de una veintena de tanquetas y vehículos de la Guardia Nacional norteamericana y decenas de soldados desplegados a lo largo del límite fronterizo, así como una barrera de alambre de púas colocado este 20 de diciembre, en la víspera de lo que se esperaba fuera el fin del Título 42, que expulsa a los migrantes a México por razones sanitarias.
Desde el lado mexicano el despliegue de militares estadounidenses, que coadyuvan con elementos de la Patrulla Fronteriza, parece una escena de guerra.
Y como si fueran combatientes, los migrantes logran vencer la barrera de policías mexicanos en el bordo del río Bravo y logran llegar a las márgenes, donde armados sólo con esperanza, y sin importar las caídas, se arrastran para evitar ser cortados por las púas del alambre.
Una vez del lado de El Paso, Texas, un agente de la Patrulla Fronteriza se acerca para esposarlos con las manos hacia atrás y arrestarlos, para luego caminar hasta el bordo estadounidense para ser procesados.
Con mochilas, hombres, mujeres, niños, se observan cruzar el río que divide a Ciudad Juárez, Chihuahua y El Paso, Texas.
Tras advertir que es ilegal cruzar por el río, el militar estadounidense les pide a quienes intentan cruzar que se dirijan al Puente Internacional Paso del Norte, ubicado a unos 200 metros del área donde se encuentran.
Ahí es justo donde en octubre pasado, cientos de venezolanos instalaron un campamento en espera de ser aceptados por Estados Unidos vía terrestre para pedir asilo.
El campamento fue desalojado hace unas semanas, y desde entonces se ha intensificado la presencia de policías mexicanos, quienes evitan que se vuelvan a instalar.
Aun así, a diario llegan personas en movilidad al lugar con la esperanza de obtener noticias favorables o para recibir alimento de voluntarios juarenses que acuden a apoyarlos, o a intentar cruzar, como ocurrió este 20 de diciembre, cuando la expectativa era que al día siguiente se eliminaría la medida sanitaria del Título 42 implementada desde marzo de 2020, con motivo de la pandemia de Covid-19. En los rostros de venezolanos, colombianos y de otros países, se observa la incertidumbre por las medidas implementadas en la frontera, mientras observan cómo a otros aspirantes a asilo los esposan y los llevan sosteniendo de su camisa hacia las unidades que los trasladarán a los centros de detención.