WASHINGTON.- La Cámara de Representantes envió al presidente Joe Biden el viernes la ley sobre violencia armada más amplia que haya aprobado el Congreso en varias décadas, una medida moderada de compromiso que revela a la vez un avance en un problema sin solución durante mucho tiempo y la profunda y persistente división entre los partidos.
La cámara de mayoría demócrata aprobó la ley por 234 votos contra 193, impulsada por la reacción de los votantes a las masacres del mes pasado en Nueva York y Texas. En la víspera, el Senado aprobó el proyecto por 65 votos contra 33, cuando 15 republicanos se sumaron a todo el bloque demócrata para apoyar un paquete elaborado por senadores de los dos partidos.
La ley requeriría averiguaciones de antecedentes más estrictas para los compradores de armas más jóvenes, prohibiría la tenencia por parte de culpables de violencia doméstica y ayudaría a los estados a aprobar leyes de alarma para desarmar a personas consideradas peligrosas. Además, financiaría programas locales para la seguridad escolar, la salud mental y la prevención de la violencia.
El Senado aprobó la iniciativa el jueves por 65 votos contra 33. Quince republicanos —una cifra notable para un partido que ha bloqueado los límites sobre la tenencia de armas durante años— se sumaron a los 50 demócratas y sus dos aliados independientes para aprobar el proyecto.
Con todo, menos de un tercio de los senadores republicanos respaldaron la medida. Adicionalmente, dado que los republicanos en la cámara baja previsiblemente se opondrán en bloque, la suerte de futuras medidas parece dudosa cuando es probable que este partido tome el control de la cámara y posiblemente del Senado en las elecciones de noviembre.
Esta no es una panacea para todas las formas en que la violencia armada afecta a nuestra nación”, dijo el jueves el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer. “Pero es un paso en la dirección correcta que debió darse hace tiempo… va a salvar vidas”.
Por su parte, el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, en un guiño al derecho constitucional a portar armas que apoyan muchos votantes conservadores, dijo que “el pueblo estadounidense quiere que se protejan sus derechos constitucionales y que sus hijos estén seguros en la escuela”.
Quieren las dos cosas a la vez, y eso es justo lo que el proyecto de ley que tiene el Senado habrá conseguido”, dijo.
También el jueves, la Corte Suprema emitió una decisión que amplía el derecho a portar armas en público. Su fallo anuló una ley de Nueva York que exigía que las personas demostraran la necesidad de portar un arma en público para obtener una licencia.