CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno mexicano estudia cambiar el trazado de un importante enlace ferroviario entre México y Estados Unidos para que en lugar de pasar por Texas lo haga por Nuevo México.
El tema estuvo en la mesa del encuentro del martes entre canciller mexicano Marcelo Ebrard y el secretario de Seguridad Nacional estadounidense Alejandro Mayorkas en Washington y tuvo lugar después de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, impusiera hace unas semanas inusuales revisiones a camiones en varios cruces -que bloquearon temporalmente algunos puentes- con el objetivo presionar a las autoridades mexicanas para que aumenten su lucha contra la migración ilegal.
La actitud de Abbott, que tuvo notables repercusiones económicas aunque sólo se prolongó unos días, fue muy criticada por el gobierno de México. Ebrard lo consideró una especie de “extorsión”.
Según Roberto Velasco, responsable de asuntos para América del Norte de la cancillería mexicana, en el encuentro con Mayorkas se apostó por los “avances en infraestructura con Nuevo México que permitan generar alternativas inmediatas para el flujo comercial que hoy pasa por Texas”, escribió el funcionario en su cuenta oficial de Twitter.
México había considerado una ruta a través de Texas pero ahora apuesta por unir los puertos marítimos mexicanos en el Pacífico con el cruce de San Jerónimo-Santa Teresa en Nuevo México.
Creo que ya no vamos a usar Texas, vamos a buscar que se conecte a Nuevo México porque no podemos dejar todos los huevos en una sola canasta y ser rehenes de quien quiere utilizar el comercio como una medida política”, dijo la semana pasada Tatiana Clouthier, titular mexicana de Economía.
Las revisiones impuestas por Abbott provocaron demoras, echaron a perder mercancías perecederas y suscitaron protestas en algunos cruces del noreste mexicano. Agrupaciones de transportistas en el estado de Tamaulipas estimaron que las pérdidas alcanzaron varios millones de dólares.
El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó que México sea utilizado como “piñata” de ciertos políticos estadounidenses en tiempos electorales como este año ya que Estados Unidos celebrará elecciones legislativas de medio mandato y varios estados, incluido Texas, votarán también para gobernador.
Según un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional, Ebrard también abordó con Mayorkas los preparativos para el final de la medida sanitaria de expulsión inmediata de migrantes que puso en marcha el expresidente Donald Trump al principio de la pandemia y que podrían suponer un mayor flujo de migrantes hacia Estados Unidos.
El viaje del canciller mexicano, en el que también mantuvo un encuentro con su homólogo estadounidense, Antony Blinken, tiene lugar cuatro días después de la conversación entre los presidentes de ambos países que estuvo centrada sobre todo en temas migratorios y en visperas de la gira de López Obrador por Centro América y Cuba.